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viernes, 28 de diciembre de 2012

SErrat, sesenta y nueve años


Serrat, sesenta y nueve años

  
   Conocí a Machado y Miguel Hernández por Serrat: "caminante no hay camino/ se hace camino al andar...(1)", y "Para la libertad/mis ojos y mis manos/ como un árbol carnal/ generoso y cautivo(2)". Serrat que es un poeta de la canción como Sabina, Alberto Cortez, Milanés y Silvio Rodríguez, cogió su poesía y le puso música, a los versos de estos dos poetas estatuarios españoles, almas gemelas en el pensamiento de libertad, por su antifranquismo, que al cantautor catalán le costó el exilio en México.

   Juan Manuel Serrat, cumple sesenta y nueve años de edad, y la mayor parte de estos, entregado a la pasión de su vida: el verso y la música, que aprecio en Serrat como sus aparejos para volar. No de otra manera se puede concebir ese espíritu abierto de Serrat, que bien lo define en aquellos versos de su canción Vagabundear, "Como un cometa de caña y de papel/ me iré tras una nube pa´ serme fiel..."

   Creo que sin Serrat, no hubiera entendido a una cantante como Mercedes Sosa, al payador Atahualpa Yupanquy, al legendario Víctor Jara, a un bohemio como Moustakis, a un contestatario indeclinable del jaez de Horacio Guarany, a un verseador con cojones como Víctor Heredia. Serrat es la vida, el pan diario, el amor cocinándose en la cotidianidad, en el camino que se anda para aprender o enseñar de la vida. Y lo mejor, porque Serrat, "para libertad/sangro, lucho, pervivo"

1. Caminante no hay camino
2. Para la libertad

martes, 25 de diciembre de 2012

Vacío:memoria del Nadaísmo


Hay estados de mi alma
donde la entidad se me niega.
Me precipito en un vacío sin fondo,
sin confines.
Limbo donde vaga la nada,
y no hay razón para el recuerdo,
menos caminos que alleguen al futuro.
Nao sin brújula,
voy errando la vaciedad de puertos.
Cómo recalar donde la tierra firme
no alcanza la categoría del concepto,
y los días y las noches
han perdido el norte de sus soles
y sus lunas.
Perfectamente agrego a la nada mi nada,
y me niego a la materia.

martes, 18 de diciembre de 2012

martes, 4 de diciembre de 2012

Memorial





Una canción nostalgia el pasado
en el trino de una guitarra, 
sentimiento de ausencia en cada acorde.
Esta noche la luna es una herida en el cielo
y  cada beso  una ansiedad febril de aferrar la vida.
Las luciérnagas siembran un camino de chispitas
en el aire quieto,
y un niño llora con desgano como si le faltara el aliento.
Vuelven los acordes de la memorial guitarra,
y la voz de Heredia:
"Para decidir si sigo poniendo
Esta sangre en tierra
Este corazón que bate su parche
Sol y tinieblas".
El aire aletea en las ramas de los matarratones.
Trae una lluvia menuda,
que moja de lágrimas 
esta tierra donde aún  duelen los muertos. 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Gaza


Gaza

Volví la mirada
y la ciudad ya no estaba.
Sobre las ruinas y sus muertos
el llanto de los sobrevivivientes

viernes, 16 de noviembre de 2012

Decisión











Ella pensó que la iba a matar. Pero tenía que decírselo. Y no le tembló la voz, cuando se lo dijo, apenas terminó él de echarse a la boca, el último pedazo de lomito de res, de aquel almuerzo que nunca olvidaría.
- Me voy de puta. Ya no aguanto más. El amor de nosotros es un cadáver en la cama.






echarse 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Silencios


En esta hora
hay un silencio de piedra
el mundo ha enmudecido
el cielo es un borrón
y se ha quedado sin luna
sin estrellas.

Es medianoche,
nada se mueve
solo mi alma
en esta quietud de piedra
.

lunes, 29 de octubre de 2012

Versos insepultos










Voy llenando la palabra de versos

o de versos la palabra,

como un Polinices 

a merced de los cuervos y los perros.

domingo, 21 de octubre de 2012

Noticia de tabloide

    





 Pensó que la vida se le acababa, cuando ella le dijo, hasta aquí llegamos, y se dio media vuelta, sin darle una explicación, y él se quedó sembrado en el piso del zaguán de aquella casa, donde juntos se juraron amarse siempre, y pasar las verdes y las maduras, en esa idea de resistir hasta la muerte los temporales de la vida, y compartir como buenos camaradas la felicidad de los buenos momentos. No puedo olvidarla, se repetía sordamente en el sopor de los tragos del bar a donde sus amigos lo llevaban cada fin de semana, para que despeñara tanto dolor en el abismo del alcohol, pero él persistía en la obsesión de la mujer. Por lo que los amigos decidieron cambiar de estrategia, para sacarle del pensamiento la tortura de esa mujer enjaulada en su mente como un mal recuerdo. 
     
    Lo habían encontrado varios sábados, sentado en la taza del baño del bar, en medio de un lodazal de mierda y vómitos, apuntándose  a la cabeza, con una nueve milímetros, comprada a negociantes jamaiquinos en el  Callejón del Estraperlo. Tenían que sacarle de la cabeza a la mujer, porque de tanto pensar en ella, el hombre terminaría reventándose los sesos. Rosario, lo pensaron, era la solución, una puta codiciada por los niños ricos de la ciudad, buen polvo*, y diestra en las artes amatorias como  ninguna. Pagaron una fortuna por Rosario, pero la amistad es la amistad, y eso no tenía precio. 

    Lo emborracharon, y lo llevaron al apartamento de Rosario, déjenmelo a mi, que yo le quito la cagantina que tiene por esa mujer, les dijo, y se metió en el apartamento con el obsedido. Solo lo supieron hasta el lunes, cuando leyeron la noticia aparecida en  la primera página del tabloide El Pasquín. El hombre le pegó un tiro en la frente a Rosario, y se descerrajó luego una bala en la sién. En un papel dejado al descuido en la mesita de la lámpara de noche, había escrito con letra grande y despatarrada: "no hay polvo que me haga olvidarla"

*Polvo: relación sexual

viernes, 12 de octubre de 2012

Agoreras



Foto: La noche respirando en el aire fatigado 
de las ramas;
en el canto agorero de la lechuza;
en el rayo 
incendiando em sus brasas los campos;
en el miedo
que junta todos los miedos;
en la angustia
pezuña que rompe  la piel desde adentro;
en la luna, 
sol de medianoche
bajo las patas de los caballos
de la muerte.




La noche respirando en el aire fatigado 
de las ramas;
en el canto agorero de las lechuzas;
en el rayo
incendiando en sus brasas los campos;
en el miedo

que junta todos los miedos;
en la angustia
pezuña que rompe la piel desde adentro;
en la luna,
sol de medianoche
bajo las patas de los caballos
de la muerte.


viernes, 5 de octubre de 2012

Sonata de lluvia


sábado, 29 de septiembre de 2012

Justicia








Justicia

En esa sensación de nada,

que se acaballa en el tiempo y el espacio 

(a pesar de la negación existencial) 

siente que ella está, 

para creer en algo  

al menos, 

que tenga la justicia de lo bello
.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Circe




Sintió el chapoteo de las botas en los charcos que había dejado, entrada la tarde, la lluvia en las losas del ancho callejón. Miró con sigilo por los huecos de la cortina, que a propósito había agujerado con una colilla encendida de cigarrillos Pielroja. Vio a los hombres de uniforme pegarse a la pared de la casa, como lapas. Se palpó la pistola en el cinto, pero pensó que era un suicidio enfrentarlos. Corrió al patio de los geranios, mientras los de afuera, abrían el portón de entrada al caserón, a punta de metralla. Se abrió camino por un sendero que llevaba a un solar poblado de limoneros, y de un salto felino alcanzó el borde del paredón, y saltó a la calle, cayendo como sabía hacerlo en puntillas,  felino humano, y emprender una carrera veloz, por el laberinto de pasajes amplios, que habían construído los turcos, para levantar su mercado de toldos y tenderetes, mientras las balas le silbaban en montonera, y él no sabía si estaba vivo o muerto pues un miedo cerval, no lo dejaba pensar. 
Una mujer, en ese dédalo de pasajes, lo agarró con fuerza animal, y lo metió en su casa, cuando los de uniforme, estaban a punta de darle cacería. La mujer de ojos como el mar, pelo de trigo, boca carnal, como buena anfitriona, ha satisfecho su sed, y le ha dado de comer con generosidad, y en las noches frías, ha arrimado su piel a la suya, dejando  que él le abra las piernas, y entre en ella, cuantas veces quiera, animal o tiernamente. El hombre es feliz, pero extraña a los suyos, aquellas montañas, a donde un día se citaron a pelear el pan para todos, y juraron sobre el latir de sus emocionados corazones, tumbar al déspota. Y puede más el deber. Por eso ha intentado fugarse varias veces del lugar , pero se le hace raro, que cada vez que amaga escaparse, la casa parece girar,  escondiendo en cada una de sus vueltas,  la puerta que da a la calle.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Aromas y distancias



Sé que hay un canto de soledades
como también la brisa que mece sus cabellos,
esparciendo su aroma  vegetal silvestre,
oloroso
a pino, 
mastranto, 
mejorana,
entre las notas tristes de la noche,
y siento que  no hay razón para la angustia,
si  tengo sus perfumes
de hembra  al natural,
piedra modelada al sol y a la lluvia.
Entonces, !qué  importa la distancia¡
si en la distancia es mía también

jueves, 6 de septiembre de 2012

Sorpresa

Foto: Mimetizado en el alto pastizal, el hombre abrió la cortina de hojas lanceoladas,  puso  la mirada en el lente de la carabina, y sus ojos  eran los ojos del puma, desgarrándolo por dentro

Mimetizado en el alto pastizal, el hombre abrió la cortina de 

hojas lanceoladas, puso la mirada en el lente de la carabina, y 

sus ojos eran los ojos del puma, desgarrándolo por dentro

jueves, 30 de agosto de 2012

A la espera

Aquella tarde, ella supo que no aguantaría más esa sonrisa suya de superioridad, después de hacer el amor, y compró en el mercado negro la magnum 45, que puso debajo de la almohada.


sábado, 18 de agosto de 2012

Caballos de la medialuna



jueves, 9 de agosto de 2012

A tientas



La ciudad  no tiene perfiles, ni esquinas 
en mis ojos. 
Una lágrima con el furor del ácido 
deslíe iris, pupila, retina... 
La ciudad ha dejado de ser. 
Hay un vacío allí donde estaba, 
por eso tampoco la recuerda la memoria. 
Sólo cuencas vacías que no reconocen los lugares 
donde la ciudad era esperanza, 
amor de bar con besos agrios de cerveza, 
y rocola sangrando boleros de despecho; 
entraña de amores escondidos, 
en motelitos donde rumia la tristeza
de una tarde de domingo. 
Un vivir a tientas mientras crece 
en las junturas de las piedras 
una nostalgia sin ayer.

domingo, 29 de julio de 2012

"Tusa" y despecho


Después de unos aguardientes en la soledad de su cuarto de un tercer piso, le vino el recuerdo de ella, y sacó el saxofón del viejo estuche de madera. Las notas fueron desalojando morosas el riguroso silencio del cuarto, y al otra día lo encontraron, ahogado en un charco de corcheas y semicorcheas de nostalgia.

jueves, 26 de julio de 2012

Candilejas

Bastó un beso, para hacer de sus ojos candilejas de amor en las noches sin luna

miércoles, 18 de julio de 2012

Desesperado

Foto: DESESPERADO

Entró al bar de vidriera a la calle. Se sentó cerca para observar el movimiento en el vasto andén, donde a esa hora (entrada la noche), se abarrotaba de estudiantes y oficinistas esperando el colectivo: La vio venir, abrazada, y dándose besos tiernos, con aquel hombre de  barba entrecana y pelo largo -pintor de alto vuelo, decían sus amigos- por el cual lo había dejado. Cuando pasaron cerca a la pared de vidrio, nadie supo en qué momento, sacó la pistola y se voló los sesos, que esparcidos en la vidriera, dibujaron el abstracto del vitral de una de las más hondas tragedias de amor desesperado, que la ciudad tardaría en olvidar.


DESESPERADO

Entró al bar de vidriera a la calle. Se sentó cerca para observar el movimiento en el vasto andén, donde a esa hora (entrada la noche), se abarrotaba de estudiantes y oficinistas esperando el colectivo: La vio venir, abrazada, y dándose besos tiernos, con aquel hombre de barba entrecana y pelo largo -pintor de alto vuelo, decían sus amigos- por el cual lo había dejado. Cuando pasaron cerca a la pared de vidrio, nadie supo en qué momento, sacó la pistola y se voló los sesos, que esparcidos en la vidriera, dibujaron el abstracto del vitral de una de las más hondas tragedias de amor desesperado, que la ciudad tardaría en olvidar













lunes, 9 de julio de 2012

Pozo y brocal


 
 
 
 
 
No sé si estará dormida,

!qué importa¡

si despierta o en sueños

llego a ella,

con el espíritu de la brisa

y entro en su piel

y soy sus ojos asombrados

mirando los míos,

soy su boca que es beso carnadura

del durazno,

y me acuno en sus pechos

y ebrio de la vid de sus pezones

me alojo en su pubis  estremecido

brocal de la gruta de su sexo,

donde corre agua fresca y salina,

y soy marea alta y baja  entre sus playas

y rompientes.

domingo, 1 de julio de 2012

Mudanzas

Siempre habrá una nada que se hace magma mineral y orgánico, 
crepitante y explosivo, 
se deshace luego en un vacío sin fronteras, 
vuelve y se oxigena, 
para el periplo de la piel iridisada por el sol, 
en sus estadios de lustre, 
deslavazada en su periclitar agónico, 
por las caricias,
baba que depreda y arrasa, 
como la cáscara mudada por el tiempo, 
los vientos y la lluvia de la sierpe.

martes, 26 de junio de 2012

Entre tangos de despecho (3)


ENTRE TANGOS DE DESPECHO (3)*

Lo vimos como fue hundiéndose en un abismo de inefable dolor. En las noches, aislándose en un rincón del bar, bebía el aguardiente más fuerte, buscando quemar la pena de lo que él -a quien nunca se le escuchó decir una palabra pedestre-llamaba perfidia. Cuando salía de su mutismo, y compartía alguna copa, tratábamos con ese espíritu de psicólogos de cantina, de aconsejarle que la dejara, mujeres es lo que hay; ella no le conviene, y si lo traicionó una vez, lo va a volver a traicionar, y él que aún la amaba, se levantaba de su silla, dando trancos, los ojos encharcados, e hipando para rogarle a "farolito", el guitarrista e intérprete de tangos del bar que le cantara:

No me hablen de ella...
si vivo en sus besos un mundo mejor,
las cuatro paredes que encierran mis horas
son en su ternura un nido de amor.
No me hablen de ella...
porque es un pedazo de mi corazón,
la quiero y si un día precisa mi sangre,
mi sangre y mi vida por ella la doy.

No me digan nada, no manchen su nombre,
mañana es la vida, ayer se pasó.
Si errar es humano, nos dijo el poeta,
perdonar es divino y esa es mi razón.
Ella es el puñado, mi credo y mi fe.
Por ella yo errante gorrión callejero
al besar su boca la jaula busqué.

*NO ME HABLEN DE ELLA
Letra de Jorge Moreira
Musica de Jorge Moreira

lunes, 18 de junio de 2012

Noche sin grillos


No la sentí llegar, por la modorra que me había causado la tercera botella de aguardiente. Cuando el aguardiente se me hace dulzón, sé que estoy a punto de emborracharme, entonces me levanté de la mesa, a pesar de los ruegos de los amigos para que me quedara otro rato, pagué la ronda, y me aventuré calle abajo, a pesar del peligro que entrañaba transitar la Calle de las alcahuetas, a esa hora de la noche, de alta densidad de malandrines entrenados para el raponeo de carteras, el cuchillo en la espalda, y no haga movimientos raros, hermano, porque le corto hasta el alma, en medio de los ventorrillos a lado y lado de la vía, y la hedentina de orines revenidos.

Una puta, a la que llamaban la cremallera, tenía en la mejilla izquierda una cicatriz larga y cosida tan burdamente, que le quedaron las huellas de la sutura como un sierre, me acompañó hasta uno de los caserones de la ciudad histórica, donde vivía. ! Doctor!, no es hora de andar por estos lugares tan peligrosos, en semejante borrachera.
Era fuerte, y bonita a pesar de la cicatriz. Le había hecho un favor que me agradecía hondamente. Tenía un niño, al cual le bajé la fiebre una noche que llegó al hospital sin un peso, y el niño delirando: la gastroenteritis lo estaba matando. Se la combatí, por nada, por humanidad. Ni siquiera acepté su gratitud de una noche de cama. Me ayudó a entrar al cuarto, que tenía puerta a la calle, y se fue luego con la noche, que empezaba a ventear un frío glacial. 

En la cama todo empezó a darme vueltas, hasta caer en un abismo de remolinos, y flotar, luego, en una nata de silencio. Sé que es una mujer, la que está aquí. Tiene los ojos almendrados, y me llama, para que la siga por los zaguanes del patio de geranios, nomeolvides,  y begonias. La sigo como si levitara, pero lo más extraño,  que no escuche el griterío de los grillos en el patio, y al mirarme en el alto espejo que cuelga encima del lavamanos, no me devuelva la imagen de  mi cara

lunes, 11 de junio de 2012

El imperio de los sentidos





Estaba exhausto, en el momento en que la mujer se acaballó sobre su cuerpo desnudo, le amarró la cinta al cuello, y empezó a apretar, irguiendo su sexo como un riel en el de ella, pero  ya era muy tarde para detenerla, cuando se le vino a la memoria la repetida escena de El Imperio de los sentidos.