Foto propia: Atardecer piedecuestano
Se fue muriendo la tarde
en la Cordillera
Con la misma tristeza
del alma,
al caer la noche.
Hora de los sueños,
cuando se tiene la sensación
de morir un poco,
o de dejarlo todo,
si el alba no nos despierta
con el beso de mujer
enamorada.
Cae la tarde
y resucita la noche
silenciosa de los oficios del día,
de la voz del niño
y el tas tas incesante de su pelota,
de la canción en la radio de Sabina,
martillando en la cabeza:
No hago otra cosa que pensar en ti
Por alagarte y para
que se sepa
Tome papel y lápiz.
Y esparcí
Las prendas de tu amor,
Sobre la mesa..
Largo túnel la noche
y esa terrible angustia de estar más allá,
del beso suyo que entibia la vida
del beso suyo que entibia la vida