lunes, 22 de julio de 2019
AGUADA
*Foto propia intervenida
Avanza el día tan lento como un caracol,
y se despereza en las nubes
amenazando lluvia en las laderas de la cordillera.
El calor no cede
cuchilla afilada que parte en trocitos delgados
el pecho.
Más tarde la lluvia se juntará con el calor,
y un leve sopor adormecerá el alma en un limbo.
Sólo un beso tuyo sabrá despertarnos,
a este caer de notas de lluvia
sobre el tejado.
Llueve,
como si fuera una brisa de agua
y mi alma tiene la tristeza de tus ojos
cuando te vas
Etiquetas:
alma. tristeza,
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lluvia,
poema
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