
Quisiera que el viento desbordado
fuera el hálito de tus besos
abriendo en mi boca
nuevos amaneceres.
Quisiera que mis ojos
te miraran con ojos de niño
pescando en cielo abierto
amaneceres de estrellas.
Quisiera que mis manos
fueran la brisa
que viene de la montaña
y empaparte la piel de
mejorana,
menta,
clavo y canela,
para que huelas siempre
a hierba fresca...siempre...