*Foto propia intervenida
De niño lo veía enfundarse los domingos en sus zapatos de cuero, brillantes como una charola, sus pantalones de tirantes que le realzaban la línea de los pliegues, la camisa blanca almidonada, la corbata de cuadritos, y el saco que le planchaban con amor, las manos esmeradas de mi mamá.
Adoraba los domingos, porque mi papá, en ese pueblo
de piedra donde vivíamos, no nos asustaba como todos los papás del pueblo con el cuento de que a los niños
callejeros, se los robaban los fantasmas de los indios guanes o el
"calingas", un viejito baldado, que cargaba en un costal viejo, todo
el mugre del pueblo para su casa, y nos llevaba donde Crisanta la vecina (tenía
una tienda esquinera) a beber el masato más sabroso del mundo. Luego cogía
calle abajo, por lo lados de la casa cural y la catedral - cercanas a donde vivíamos- en
busca del único billar del pueblo, en la plaza principal.
Ese era el papá que me gustaba, y bueno, siempre me gustó.
No el de la cara adusta, severa de secretario de alcaldía que se ponía cuando
entraba a la oficina, por los pueblo donde anduvo ganándose el pan, leyendo
montones de papeles de demandas, memoriales, sumarios e infolios. Aunque ahora
comprendo, que en un despacho público, donde tenían que dirimir algunos
problemas civiles, penales y administrativos, que en esos tiempos, no trataban
los jueces, y la ley los dejaba en manos de los alcaldes, para que los
resolvieran, estos por ignorancia supina, se los chutaran a sus secretarios; y no era extraño que me dijera una señora, alguna vez, en una serenata, ya subida
de tragos, "su papá en la oficina era un revólver, pero por fuera relindo.
¡Cómo cantaba¡.
Yo me quedo (y mis hermanas también) con el papá,
que se quitaba las arrugas de autoridad, desfruncía el ceño, descolgaba el
tiple, y calentando la voz con la gravedad de un Facundo Cabral, se conjuntaba
con Expedito Santos y su guitarra, para cantar a dúo, ese bambuco telúrico de
José A. Morales, "El delantal de la china,!" o el bolero inmortal, que puso en
boga, el Trío Los Panchos: "Cosas como tú."