Foto intervenida
¡Cómo amar la melancolía de
sus tardes!
cuando se hace distante como un abismo,
su beso se congela,
y su cuerpo se aparta en una torre de
cristal.
Me duelen sus ojos absortos
en un mundo que no siento mío.
Está ahí en su silencio eterno,
muda de palabras,
al borde de un hoyo negro,
al que siento,
saltará sin que pueda mover un dedo.
¡Cómo amar la melancolía de sus tardes!
cuando ya no es mía,
y empiezo a extrañar sus
dulces besos
ardidos besos
en mis labios a la espera,
y la piel húmeda de agua y sal de su
cuerpo,
exhalada en un trópico de clímax y ayes
desmayados.
!Cómo amar la melancolía de sus tardes¡