
Memoria de los hombres
danzando alrededor del fuego,
la luna plena en el cénit,
la brisa trayendo olores de la noche,
el mar embravecido rompiendo las costas.
Un pecho se agita y se contrae,
en el cuerpo de mujer,
adormecida en el sopor de las hierbas,
el puñal de sílex blanqueado,
se alza como un ave en la penumbra,
y la luna lo destella,
antes que hienda la carne
de la somnolienta doncella.