
La luna,
hoz ensangrentada en la noche.
Lo perros ladran
y el sonido seco de los disparos,
ya habla de las fosas de mañana.
El miedo tiembla
en las hojas de los árboles,
y en la piel de los insomnes
es una mueca
junta de horror y de tragedia.
Al alba,
tampoco cantan los gallos.
Tienen también miedo:
ésta tierra ya no es suya.