
Facundo, donde estés:
sé que Magdalena trenzas largas,
tiene sus ojos negros encharcados de lágrimas y nostalgia
acordándose de cuando gritabas su nombre,
y la hacías sentir reina del mundo.
Pedro Mendizábal, aquel que lo hacía todo,
y aprendió lo suficiente, pa' tener lo necesario,
dejará limpia la vieja iglesia del pueblo,
donde en tu funeral digan misa,
y recen tres rosarios.
La guitarra de aquellos marineros,
que lo incendiaban todo,
cantará milongas como pandongas de fiesta lanzadas
en el camino de los vientos,
y ya de noche,
en la enseña tuya de la felicidad,
como color de identidad,
miraré las estrellas con la María en el trigal,
donde andarás cuajando de versos y canciones
la noche de los cielos.
*La letra cursiva, pertenece a textos de las canciones de Facundo Cabral