Ha llovido todo el día en San Andrés,
isla del caribe colombiano.
Cuando hay sol, este se junta
con un mar de siete colores,
y en las playas brilla una fina arena amarilla,
como si se la hubieran robado al mismo oro.
Es el paraiso.
En San Andrés no se siente tristeza alguna
bajo cualquier circunstancia del clima,
por eso la gente se junta en sus casas
a hablar de la vida,
con el mismo sentimiento de un carnaval
mientras llueve.