Con cuántas lunas erró los caminos,
y sintió golpear su corazón
con la fuerza de las patas de los
caballos,
al borde del abismo
Cuántas veces unos besos y el licor,
pusieron la vida en la orilla de la
navaja afilada
de la muerte.
Tiró tantas veces los dados como un
Sergio Stepansky*,
en su camino por la curva del orbe,
cantando con Cabral, "y ser feliz
es mi color de identidad",
Tantas veces se dolió de los niños
matando el hambre con sopas de papel,
y alegrándose con los hombres,
que derribaban las estatuas de los falsos héroes,
cagadas por los pájaros
en pueblos polvorientos.
Con una guitarra por fusil,
unos versos en la aljaba,
y una botella de ron,
va andando su libertad hasta que la
consuma
el polvo de los caminos
*Personaje liminar de la poesía del poeta colombiano, León de Greiff
°Fotografía intervenida