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jueves, 19 de septiembre de 2019

CRÓNICA DE SOMBRAS Y DELIRIOS








*Foto de intervención



Dicen que -prácticamente- lo cecinaste, porque la crónica roja, enfatiza que " tras incontables puntadas, le fue abriendo el pecho hasta desangrarlo", y eso no es asesinar sino cecinar con sevicia para causar dolor.

No te disculpo, ni tampoco te juzgo, siempre fuiste un ser dolorido. Hablas de tus razones para matar al hombre que amabas indeciblemente, de esa manera tan dura y cruel; pero tus razones, no son precisas, infieren los delirios de una mujer atormentada por un dolor de siempre, y tuviste que imaginarte que otra distinta a ti lo besaba como si fueras tú, y estaba dentro de él sin ser tú, para hundirle en el pecho tantas veces el cuchillo, buscando matar ese dolor que siempre te ha perseguido como una sombra lábil e indeleble.