
Cuántas veces he buscado
su boca en el vacío de los sueños,
y he amenecido con los labios heridos
por la falcada de sus besos.
Cuántas veces he hendido
el limo de la garganta de su sexo,
y en la humedad de sus mares interiores,
sentir cómo orgasman de ebriedad
mis barcos y veleros.