
En el viento que trae
el humo de los cañones,
abriéndole boquetes de muerte
a la vida;
en el susurro de las aves agónicas,
junto a las fosas del olvido;
en los ayes de los bosques
talados,
mientras se aparta la niebla;
en el dolor de una patria
que se desmorona
en la traición y la mentira;
en la orfandad de mi alma,
sin brújula ni astrolabio
me llega esta angustia
que revienta sueños y utopías