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domingo, 14 de agosto de 2011

Sepias con Lavoe



En los acordes de la vieja guitarra,
se enredan las notas nostálgicas
y quedas, que hablan
de aquel bar de una estrecha calle,
donde fue el primer beso,
al calor de unos rones
la música de Lavoe y Juanito Alimaña,
estrechando nuestras pelvis,
cuando la percusión acude al llamado
de las trompetas,
y a la hora del piano,
somos  un largo beso, 
ensueño del cual nos despiertan las trompetas,
juguetando con el piano,
y la voz de lavoe
(Sale como el viento

en su disparada
y aunque ya lo vieron
nadie ha visto nada
Juanito Alimaña va'la fechoría
se toma su caña
fabrica su orgía)
separa nuestros cuerpos,
los pies de algodón levitan,
las caderas ágiles
giran como aspas,
en el estruendo de los trombones....
languidecen  luego
piano y  trombones,
y a los dos con cantos de gallos de madrugada
nos traga
la calle... selva de cemento

y de fieras salvajes cómo no
ya no hay quien salga loco de contento

donde quiera te espera te espera lo peor