Creo que entraba
diciembre, porque en medio de los tragos y la fiesta, todos corrieron a echar
fascinados voladores en el cielo, como cometas de la noche, pero yo me quedé en
la bengala de tus ojos, mientras Bauté cantaba:
"¡ay! amor mío
que terriblemente absurdo es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo sin.... tu latido
sin tu latido................. "
que terriblemente absurdo es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo sin.... tu latido
sin tu latido................. "
