El viento me trajo noticias suyas
me habló de sus fiebres y dolores
de la razón que puso distancia
en nuestros besos, nuestras pieles
y no me quedó más remedio
que escribir este poema,
como un placebo que calme sus deliquios,
y los míos
a pesar de que no mueres por mi,
sino por otro.
Foto intervenida