domingo, 24 de febrero de 2013
Códices
Estaba escrito en la piedra solar de los viejos caminos,
en los frondosos robles -maderas nobles- que poblaron de muebles
las viejas casas de haciendas y posadas...
Estaba escrito en el halo de soles de canícula
de los tiempos de sequía,
en el anillo de las lunas del término de año
que vendrían tiempos de cepos y grilletes
amarrando el amor, el deseo,
la libertad, y el pensamiento.
Se vestirían de cara y amables gestos,
reirían con simpáticas sonrisas
y ganarían la confianza de las gentes,
mientras afilaban la falcada del degüello
y de la muerte.
Aún se viven los tiempos del oprobio
pero también estaba escrito en la piedra solar
y las maderas nobles,
en los arcos del sol y de la luna,
que juntando voluntades (una mano junto a otro mano)
se le ganaría la partida al cerrojo y a la muerte
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