
Te has ido,
en los pliegues de la noche.
Ya es de madrugada,
y el viento aletea entre las ramas
de los árboles.
Con él,
me llega
tu voz de acentos desmayados,
tu pelo perfume de jazmines,
y el aliento de hembra
que encabrita las hojas,
y sacude la brisa.