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lunes, 3 de enero de 2022

LA PIEL DE ENERO







Foto propia: playa de Coveñas, caribe colombiano



LA PIEL DE ENERO

Cada año,

ella vuelve con los soles incendiarios

de enero,

y el deseo que la siente en cada uno de los rincones

de la ciudad.

No han perdido sus ojos

la mirada de fresca madrugada,

y sus besos aún muerden alma y corazón.

Su piel  -yesca silvestre -

devuelve  antiguos momentos de encendidos holocaustos  

en el altar de la crucifixión

como diría el poeta Vallejo.

Muslos recios,

piel lisita

brinca como un atabal percutido

 el fragor  la piel que se junta

y salta la chispa lúbrica

entre los rayos y centellas de su cuerpo

en la tormenta

El tiempo pasa,

pero ahí adentro la llama crepita en

sus curvas litorales.

Cuán difícil que se apague,

si la piel también tiene memoria

de los eneros

de los cuerpos hechos zarza ardida