*Foto intervenida
Bosteza el día en la curva del reloj
marca una hora imprecisa,
quizás de otra dimensión.
Me quedo mirando la gente que pasa,
con ojos febriles
caminan sobre sobre algodones de nubes,
y una sonrisa sin rostro se va con ella,
en su camino al vacío.
No sé si es mañana,
ayer,
hoy,
voy solo tanteando
en caminos,
rutas,
senderos que sé que he caminado,
pero mis pies no los reconocen,
y a pesar de mis ojos,
como un Edipo después de la confirmación del
vaticinio,
golpeo en las paredes,
ruedo
y desangro