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sábado, 19 de julio de 2008

Perro Ciego y un año de ladrarle a la cultura






Perro Ciego , ya ladra recio. Se ha puesto los pantalones largos. Un año cumple, en este trajín ingrato de comentar y divulgar las manifestaciones del espíritu como diría el eufemista . Perro Ciego llegó a mi correo sin pedirme permiso, eso si meneándome la cola, pero no estoy acostumbrado a correr a patadas a los perros que se asoman por mi guarida, los acojo, más cuando estos son patafísicos, y le juegan al humor inteligente. No sé cómo, ni cuando, ni quién, me hizo el favor de ponerme en la cresta de la ola de afortunados que reciben la información fresca del acontecer artístico y cultural de la zona metropolitana de Bucaramanga, Santander y el país, que suministra Perro Ciego. Y, lo cierto es que me llega con la puntualidad de un reloj suizo (aún siguen siendo puntuales con tanta sofisticación electrónica y digitalizada que enrevesan las horas?).
Celebro con entusiasmo, así sea con un vaso de jugo de guayaba, pues en esta guarida, en la última fiesta se bebieron los amigos hasta el agua de los floreros, el año de ladramiento de Perro Ciego. Sin espíritu comercial, con las uñas, los quijotes de Perro Ciego, a quienes no conozco, pero los siento cercanos y entrañables, por la tarea afín que desarrollan, han puesto en la red un espacio para saber qué se está haciendo en materia cultural y artística, y sin la publicidad jarta de los periódicos, porque lo que interesa, en últimas, es el arte y la cultura.
Y, lo mejor, basta abrir el correo, y como por ensalmo brota Perro Ciego, con el poema introductorio patafísico ya característico, y la bitácora del desparche artístico-cultural de la semana, de la quincena o el mes. Claro que ahí está la dirección del blog, si no le llega a su casa, para toparse con este can de la vista enblanco, pero de tacto despierto: http://www.perrociegocultural.blogspot.com/
A los directores de Perro Ciego- disculpen que no sepa de sus identidades - un abrazo templado, por estos 365 días de jugársela por la divulgación cultural. No son pocos los que reciben los ladridos de su informativo cultural. La audiencia crece como en el poema de Zalamea, y no hay que desmayar el ánimo, ahora que hasta los periódicos, por el afán del vil metal, le cierran las puertas a la cultura. Ahora es cuando más Perros Ciegos, se necesitan.