
Hay lunas en sus ojos,
lunas de abandono,
de insondable tristeza,
lunas...
Un niño huérfano
asoma su dolor:
memoria de muerte,
fuego crepitante en los despojos,
puñal que abre la carne,
linfa rota,
agonía de toda esperanza,
en la noche de los cuervos
*A los niños colombianos del campo, desplazados por la violencia