FRUTA FRESCA
Quizás el agua se haga cristal cuando la mires,
y una nube blanca se detenga en tu pelo castaño.
En esa hora una canción que te recuerde
memorará en cada arpegio el latido de dos corazones,
cuando eran piel y beso.
Se va el día destejido por la noche,
y en el cielo una luna hechiza
pastorea las estrellas.
Acaso venga la brisa,
y traiga el azahar de tu cabello,
yo estaré tirado mirando las estrellas
como de niño,
cuando las sentía en mis manos,
tan cerca que me dormía con ellas.
Quizás venga la brisa,
y aún guarde en sus alas
el olor de tu cuerpo
de cuando el amor nos sabía a fruta fresca.
Quizás el agua se haga cristal cuando la mires,
y una nube blanca se detenga en tu pelo castaño.
En esa hora una canción que te recuerde
memorará en cada arpegio el latido de dos corazones,
cuando eran piel y beso.
Se va el día destejido por la noche,
y en el cielo una luna hechiza
pastorea las estrellas.
Acaso venga la brisa,
y traiga el azahar de tu cabello,
yo estaré tirado mirando las estrellas
como de niño,
cuando las sentía en mis manos,
tan cerca que me dormía con ellas.
Quizás venga la brisa,
y aún guarde en sus alas
el olor de tu cuerpo
de cuando el amor nos sabía a fruta fresca.