La brisa encabrita su pelo,
en bucles de notas delirantes,
morena de la guitarra.
El sol languidece a sus espaldas
morena de la guitarra
y su boca se abre en el canto
al asombro de sus dientes,
de sus ojos,
blancas y negras,
negras y blancas
de una música que encanta,
música que enciende la piel,
morena de la guitarra
*Foto intervenida