Foto de internet
Sé que estará ahí,
como Penélope a la vuelta de
Ulises a Ítaca,
tejiendo y destejiendo chalecos
en el tiempo de la espera.
Cuando arribe a sus playas,
el viento
le alzará las faldas,
como una bandera que desnuda el
asta de su
cuerpo.
Y encallaré
por siempre la barca en la
arena,
al primer beso del regreso