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viernes, 21 de noviembre de 2025

domingo, 9 de noviembre de 2025

martes, 28 de octubre de 2025

CARABINA

 








*Foto de internet intervenida


Alcanzó a correr unas cuantas cuadras, con el balazo de la carabina en la cadera. Trató de refugiarse en el antejardín de una vieja casa que, aún se mantenía en pie, entre los frondosos rosales. Sintió la sangre que le escurría por la pierna, y le  empapaba el pantalón. Le molestaba el olor a sangre. La primera vez que recibió ese olor hostil, cuando en una de las operaciones, uno de sus compinches se desangró por un tiro en la femoral, casi se vomita. 

Ahora era él, el que sangraba, y repugnaba el olor de su propia sangre fluyendo como una llave rota, viscosa y detestable. Fue entrando en una especie de sopor y cayó de espaldas en el césped. Cuando sintió el frío de la carabina en la frente, ya tenía la mirada borrosa, pero creyó adivinar en el hombre de la carabina, un gesto de satisfacción,antes de que apretara de nuevo el gatillo.

sábado, 18 de octubre de 2025

martes, 7 de octubre de 2025

MUCHACHA DE LA BICICLETA

 

*Foto intervenida



Hoy me levanté temprano

sin urgencia alguna,

y la vi pasar en su bicicleta con canasta

de flores por la calle de mi ventana,

la brisa alborotándole la espiga de sus cabellos,

y los muslos alzándose generosos

en cada pedaleo de sus piernas longitudinales.

Me ha vuelto a mirar con la gracia silvestre

de sus ojos,

y los tajos de  manzana madura

de su boca.

¿Volverá a pasar mañana?

Me pregunto con la saliva ansiosa

del caldo del desayuno,

y el bordier que se enrosca entre mis piernas,

buscando el calor de la mañana

 

 




jueves, 25 de septiembre de 2025

jueves, 4 de septiembre de 2025

Tropiezos

 




*Foto intervenida



La eroticidad no se despoja de ti,

a pesar del espacio/tiempo diría Einstein. 

Aún tienes esa  bella cara de muñeca 

ingenuamente sensual de los primeros  tiempos. 

Se quedaron en ti,

como en la Monroe se quedaba el deseo perturbador

antes,

y después de los arrebatos de Arthur Miller por la diva

y el desahogo de los barbitúricos para espantar

el abandono. 

Contigo no tienen razón los relojes;

después de tantos años 

y sus arrugas de distancia vuelvo a verte,

y siento de nuevo ese fragor de tallo y hojas

abriéndose paso abajo del vientre

como en los primeros tiempos








lunes, 25 de agosto de 2025

LA MUJER DE LOS OJOS DESVAÍDOS (Cuento)

 






LA MUJER DE LOS OJOS DESVAÍDOS

La vi por primera vez, aquella noche en el bar, sentada en la barra, mientras se tomaba un cerveza con una lentitud de caracol. Me senté a su lado, y se escuchaba a Silvio, cantando algo de una mujer con sombrero y Chagall. Miraba con esa mirada desvaída, que siempre le conocí, hacia uno de los espejos del bar.Me senté a su lado, y pedí un "amarillo". Ella, volteó a mirarme, hace bien que se beba un whisky, está haciendo frío, y se frotó las manos.

Otra de las veces, estaba parada frente a la catedral. Vestía de blanco, un traje etéreo como su mirada. Me vio, y se acercó, en el momento en que tomaba unas fotos de las palomas en vuelo, ya recuerdo, fue el que se sentó junto a mi, en el bar donde ponen trova cubana, y estuvimos hablando de sueños y tonterías de la vida. Lo dijo tan simple, que cualquiera hubiera pensado, de escuchar la conversación, que realmente habíamos hablado de frivolidades, cuando la charla se fundó en la existencia como acción, en esa postura ética de Sartre, tema que se volvió reiterativo en nuestras charlas.

Creo que le gustaba el puerto, en esa hora en que recalaba algún barco, y ella esperara a alguien que nunca llegaba, pero se le veía feliz, a pesar de esa mirada desvaída, que se había anidado en sus ojos para siempre. Muchas veces la vi allí, recostada contra la baranda. Un viento indiscreto levantaba su falda, y a ella no le importaba que quedaran al descubierto sus nalgas rotundas.

Volvimos a encontrarnos en el bar de la trova cubana. MIlanés, cantaba aquella letra de la mujer que deja en la camisa las flores de abril. Ella se acercó a mi mesa, y me brindó una cerveza, pero primero la bebió a pico de botella, y me la puso en las manos. Sin pensarlo, bebí la cerveza, también a pico de botella. Sonó Portavales, y ella me sacó a bailar. Dimos unos pasos, entre dengues y contoneos sueltos, y luego nos pegamos. Sentí el calor de su cuerpo, a pesar de la mirada desvaída. Nos besamos, con ansiedad. Quizás ambos, esperábamos ese beso. Terminamos en la playa, sin luna, haciendo el amor entre el yodo y el salitre del mar.

Después no la volví a ver. Desapareció como por ensalmo, dejándome una herida en el alma, porque de verdad, había empezado a amarla. Hoy, he recibido una carta de ella, sin procedencia, sintética: "amor, pudo más Sartre y la acción"

lunes, 4 de agosto de 2025

ONÍRICAS

 





Hoy me han nacido plumas
y voy errando bajo un cielo
sin nubes
sin norte.
No importa a dónde ir,
sólo planear sostenido por el aire...
mañana quizás me salgan escamas,
y sea pez,
en aguas abisales,
gratificado de estar ahí,
en lo más profundo
en una placenta grata
de agua salada,yodo y salitre
Después no sé qué seré,
acaso un frondoso samán
que anide pájaros en sus ramas,
y arraigue en suelo fértil...
ya me salen raicillas,
y siento la humedad de la tierra,
voy buscando entre su carne,
sales y agualodos...
Ojalá llueva pronto



martes, 1 de julio de 2025

Tiro En la frente (cuento)







Alcanzó a correr unas cuantas cuadras, con el balazo de la carabina en la cadera. Trató de refugiarse en el antejardín de una vieja casona, que aún se mantenía en pie, entre los rosales. Sintió la sangre que le escurría por la pierna, y el pantalón empapado. Le molestaba el olor a sangre. La primera vez que recibió ese olor hostil, cuando en una de las operaciones , uno de sus compinches se desangró por un tiro en la femoral, casi se vomita

Ahora era él, el que sangraba, y repugnaba el olor de su propia sangre fluyendo como una llave rota, viscosa y detestable. Fue entrando en una especie de sopor y cayó de espaldas en el césped. Cuando sintió el frío de la carabina en la frente, ya tenía la mirada borrosa, pero creyó adivinar en el hombre de la carabina, un gesto de satisfacción,antes de que apretara de nuevo el gatillo. 

viernes, 30 de mayo de 2025

A los desaparecidos que ahora vuelven de sus fosas










Se ha quedado enredada entre los naranjos 

tu voz

dolida de los muertos cercanos tan tuyos:

hermanos, tios, amigos 

que un día supiste que ya no estaban y no volverían;

pero la misma tierra los devolvió de sus fosas perdidas,

y ahora todo es un duelo continuo,

como si la felicidad fuera una palabra extraviada

del diccionario de la vida



martes, 13 de mayo de 2025

Canción

 





 

Es de mañana y preparas el café,

que esparce su aroma por los rincones

de la casa.

Al rato barres en el patio las hojas

de almendros y pomarrosas caídas

y una brisa del momento

las levanta del suelo,

como si fueran Remedios la bella

ascendiendo al cielo.

Y salgo al patio a ver el sol

del nuevo día,

busco tu boca y sé que en cada beso

tus labios sanarán mis heridas


jueves, 24 de abril de 2025

Lágrima

 





 Foto intervenida propia

domingo, 6 de abril de 2025

PUBLICACIÓN DE MI SEGUNDA NOVELA "EL AMULETO DE EFRAÍM TAMBIÉN TENÍA SU TALÓN DE AQUILES

 



Entre papeles guardados - desde años atrás- los borradores de la novela “El amuleto de Efraím también tenía su talón de Aquiles”, y casi la condeno al olvido, pero leyendo ensayos de la novela en Colombia sobre personajes legendarios violentos, me vinieron a la memoria aquellos primeros esbozos escritos con intención de novela sobre la mítica figura de Efraím Araque, que había dejado durmiendo en viejos baúles, pues quizás sentía que, no le encontraba el tono que quería, para contarla; sabía que desde la estructura y su carpintería, y de lo legendario del personaje, a pesar de la criminalidad de Efraím Araque que constituye la figura nuclear de este ejercicio novelístico, no podía partir en su estantería y alma, en la misma disposición de ingeniería literaria como encaré a Nazareno Córdoba el personaje liminar de mi primera novela, “La saga del último de los duros”.
Las novelas como los vinos y los buenos rones, también se maduran, y ahora cuando volví sobre los papeles olvidados de Efraím Araque, que se erigió en su mítica como el sanguinario León María Lozano de “Cóndores no entierran todos los días”, y el Efraín González, “siete colores”, de la cuentística de Jairo Aníbal Niño, sentí observando el contexto de la vida de Efraím Araque en Piedecuesta que, lo legendario y popular que rodeó su vida criminal , eran los elementos que motivaban la escritura de su novela.
Por eso, me aventuré a escribirla desde diversas voces, con fuentes y recursos del testimonio, la crónica, la historia, y el hilo de la ficción, pues antes que una biografía es una novela que zurció estos elementos narrativos necesarios para su construcción, de manera sutil, para que no se les notara la costura. Ahora queda a manos del lector, y a la espera de su lanzamiento en el grato espacio del café-teatro Kussi Huayra. Aunque ya está en preventa, por lo que agradezco a quienes ya la compraron, impresa a la vieja usansa, con recursos propios por lo que su comercialización está directamente en mis manos .

NOTA BENE: Agradecimientos al artista Miguel Ángel Gélvez, por la obra El Mirón, para la portada, a César Bueno, por la impresión y edición de la novela; y al académico, Juan Remolina Caviedes, por el prólogo.










Transcribimos uno de los capítulos de la novela sobre el legendario, Efraím Araque


Comienza la leyenda
 



Lo conocí bien pollo. Le llevaba qué sé yo, diez años de demás, al menos. Él tenía por ahí siete, cuando un día me lo tropecé por el camino polvoriento que del barrio Hoyo Chiquito iba a juntarse con la que llamaban la Y (había allí una casa vieja donde hacían tapetes de fique y alpargatas) y con la carretera nacional que, cogía por el norte hacía Bucaramanga. Venía hecho un desastre, con la cara sucia, la nariz sangrando, un ojo amoratado, los pantalones y la camisa rotos, y las manos raspadas como si lo hubieran arrastrado por el pavimento. Era la tarde de un sábado, iba a buscar agua a la quebrada Suratoque, pues Acuasur, había suspendido el servicio, para darle mantenimiento a los tanques del acueducto, cuando me lo encontré por primera vez. No lo niego, me dio lástima, verlo así, como el pollo chiras del cuento. No tuve que preguntarle nada, cuando se toparon nuestras miradas, y él mismo me lo dijo, me agarré a puños con el viejo de los tapates, me trató de ladrón. Yo que voy a robarle esos tapetes tan feos, y vi en sus ojos esa rabia que a uno lo helaba; y dijo luego, le dejé las canillas rotas de las patadas que le di, a ese viejo hijueputa. Y siguió su camino tan campante, como si nada le hubiera pasado, y su nariz no fuera esa llave rota que, trataba de taponar con las hilachas de su camisa. Al otro día vi al viejo de los tapetes. Venía cojeando hacia Hoyo Chiquito. Cuando lo tuve cerca, le observé los arañazos en la cara, y me acordé de su nombre: Justo. Le pregunté qué le había pasado, un culicagado que llaman Efraím, un raterito mala clase, trató de robarme unos tapetes, y nos encendimos a puño, pero qué gallito. Un demonio, el culicagado, si viera sus ojos de carbones de odio. Entonces pensé que, esa era la mejor descripción de los ojos de Efraím, y me dije, que ese pelao debía tener el demonio adentro, porque miraba con esos ojos de Rhoda, la niña perversa de la película, La mala semilla del director Mervyn Leroy, que vimos con mi papá la vez que me llevó a conocer bien de niño, el teatro Unión de Bucaramanga.  

Después supe por ahí, que Efraím era hijo de una tal Etelvinia, vivía en Villanueva, y era la misma que años después instalara su fabriquín de costales de fique, en la mejor casa de Hoyo Chiquito; había progresado al parecer tanto, que ella, contrataba directamente con Hilanderías del Fonce, la cosida de los costales de fique. Pero, Efraím parecía no sentirse bien en las faldas de Etelvinia, y prefería la calle, era un pelao díscolo, a quien esa amistad con los Arce, nunca le convino. Eran mayores que él, rateros de profesión, formados por su propio padre para la delincuencia, un policía expulsado de la institución por mala conducta: le gustaba nada más ni nada menos que, quedarse con las armas de fuego, decomisadas a quienes no portaban su salvoconducto, y luego las vendía a criminales y delincuentes, altamente peligrosos, sin sonrojarse siquiera. 

lunes, 24 de marzo de 2025

sábado, 8 de marzo de 2025

MUJER

 





*Foto propia                                                                                                                                                                                                                                                

Voy a escribirle unos versos,
bien sentidos
a la mujer valiente
que se trepó a la rosa de
los vientos,
sin perfume
ni glamour
a esparcir sus palabras
de amor,
de vida,
de lucha
para decirle al mundo:
aquí estoy,
luego existo.




























martes, 25 de febrero de 2025

lunes, 17 de febrero de 2025

Memorial de los tiempos



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Foto de la web



Resbala la lluvia
se humedece la tarde.
Gente que corre,
cabellos
y rostros mojados,
buscando un alero donde guarecerse.
El niño que habita en mi
recuerda el patio de geranios
y la lluvia impenitente
cayendo
sobre los cadáveres
de la masacre

Foto intervenida

martes, 4 de febrero de 2025

Angustia

 




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Cuánto pesa esa angustia
que pone sus huevos en alma
y carne,
buscando anticiparse a la certidumbre.
Rasguña,
araña,
roe,
carcome dentro
y nada encuentra,
en su desvelo.
Esa angustia que apuñala desde dentro,
y busca justificarse,
dando palos de ciego
esa angustia que horada las paredes
de la serenidad
echándonos la casa encima


Foto propia intervenida


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