Venías con el alma herida. Eso de ir por el mundo, sin asir un amor, te había dejado como el sarmiento de una hoja seca. No sabías si habías perdido la fe en el amor, o aún tenías fuerzas para volver a amar. Volteabas la mirada al pasado distante y próximo y sólo percibías el cadáver de tus amores, regado en el recuerdo. Ahora que volvías, buscaste refugio en el pueblo aquel de la infancia. Aún te quedaba un refugio: la vieja casa. Subiste de memoria los peldaños de madera que llevaban al desván, y sobre la tapa del viejo baúl que guardaba tus juquetes, viste la muñeca de trapo, con la que jugabas de niña a ser mamá, deshilachada por el tiempo y el abandono, y una lágrima brotó de tus ojos, porque te sentiste como la muñeca, rota por dentro.
viernes, 27 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
INGRÁVIDOS
INGRÁVIDOS
Aletea la brisa
en el abrazo
de nuestros cuerpos,
en esa hora
en que el sol cierra sus párpados
tras una nube fugitiva,
y soñamos a juntar el alma
en cada beso dulce.
Hay una eternidad,
que sólo la rompe
el vuelo de los pájaros
buscando sus granos de centeno
en el piso de la vieja calle
donde somos etéreos.
Aletea la brisa
en el abrazo
de nuestros cuerpos,
en esa hora
en que el sol cierra sus párpados
tras una nube fugitiva,
y soñamos a juntar el alma
en cada beso dulce.
Hay una eternidad,
que sólo la rompe
el vuelo de los pájaros
buscando sus granos de centeno
en el piso de la vieja calle
donde somos etéreos.

martes, 10 de diciembre de 2013
lunes, 2 de diciembre de 2013
DERIVA

No hay luna que te recuerde
ni brisa que memore tu palabra.
¿Acaso el amargo escoriar
de un barco a la deriva?
miércoles, 27 de noviembre de 2013
Lanzamiento de Ijares de la noche
IJARES DE LA NOCHE
Creo que el poeta se debe a sus versos, y debe correr el riesgo de publicar, como lo deben correr el cuentista, y el novelista, que se deben al artificio de crear historias y personajes, en una psicología que atrape al lector. Corro el riesgo en solitario de acometer la publicación poética. Lo había hecho colectivamente, en Páginas de Arena,al lado de los poetas Juan Remolina, Óscar Delgado, y Mariela Basto, con quienes amasamos versos, el la tertulia TRas huellas del poema, con la bondad que se amasa el pan candeal. Por eso la razón de, Ijares de la noche, pretexto para hablar desde el poema del amor, la muerte, las pasiones, y el dolor, los sueños y la vida, pero que sea el prologuista, quien deje sentada su palabra:
Ritual
de las estepas
(Prólogo,
por Claudio Anaya)
Desde mi lectura, a este manojo de poemas, lo que más lo
caracteriza es su acusada intención ritual. Dando por descontado que toda
poesía es evocadora y ritual, esta colección de textos se manifiesta por su
mirada hacia atrás. Tal vez hace caso omiso a la búsqueda ansiosa y a veces
casi pugilística de los poetas en su afán por lograr una imagen perdurable que
les asigne un lugarcito en la estructura piramidal del mundo literario y editorial,
donde siempre se mira hacia adelante, con la premura por la búsqueda de la
imagen inédita o la expresión inaudita.
La poesía se constituye por una amplia gama de propuestas,
entre las cuales, lo digo sin ánimo descalificatorio, en nuestros tiempos y en
nuestro medio ejerce tiranía la ulterior búsqueda de la imagen, quintaesencia
del lenguaje poético, pero no la única forma de expresarla. Bastaría una mirada
panorámica para registrar la Lírica, el Barroco, lo Gótico, los géneros
híbridos derivados de la cultura audiovisual,
los medios electrónicos y el Internet, entre muchas otras propuestas
como la poesía gutural y el hecho estético visual concerniente al teatro, las
demás artes visuales y todo género de manifestación artística, incluida la
arquitectura.
Son múltiples las manifestaciones del lenguaje poético,
porque la poesía en esencia es libertad. Y una de esas manifestaciones es ese
ritual de la memoria, que mira hacia atrás, con nostalgia por lo irrecuperable,
quizá con la intensión de rescatar del naufragio algunos despojos que le sirvan
como talismán, ante las vertiginosas mutaciones de un presente que nos ofrece
una sociedad desarraigada en la cual las nuevas generaciones, carecen de un
contexto simbólico que los inserte dentro de una tradición cultural y los
incluya en un contexto cósmico y ecológico.
De ahí, los ámbitos que constituyen el libro Ijares de la noche, escrito por Carlos
Augusto Pereira Martínez; la noche cargada de misterio y de peligro como una
amante trágica, la luna con el mágico influjo de su suave luz gravitatoria,
vuelta a ser sentida casi como la sintieron los románticos hace ciento sesenta
años, los lejanos acordes de la eterna
guitarra que traen a la memoria un tiempo cuando se pudo soñar con un mundo
mejor, la densa decepción de Santos Discépolo vertida en la casi profética
letra del tango Cambalache, el
erotismo, los cuchillos, el casual y nocturno viento frío que puede indicar
nuestra fragilidad, las hogueras, y los gatos, oficiantes de la noche que al
decir de Borges, viven en la eternidad; todos estos anteriores factores, además
de constituir una mirada retrospectiva, son también el llamado del instinto en
cuyo más lejano y sutil parpadeo subyace latente la promesa de ser libres como
lo fuimos, subyace latente la promesa de la estepa.
Bucaramanga,
junio de 2013
Obra publicada:
*Ha llegado la hora (cuentos) segundo premio Treinta años UIS
La Candelaria teatro colombiano en busca de una identidad (Ensayo y Entrevista)
La sombra de la máscara (Cuentos)
La saga del último de los duros (novela)
La angustia de las almas en pena (cuentos)
Päginas de arena (poesia)
sábado, 16 de noviembre de 2013
QUIZÁS...

Quizás...
Quizás aún haya razón
para el amor
a pesar de la linfa rota,
que despeña en el abismo
la vida.
Acaso haya un beso
que de labio en labio
recobre la esperanza
y espante la muerte.
Quizás broten en el cuerpo
yemas de ramas extendidas,
en el camino de las nubes,
y traigan la lluvia
para lavar las heridas.
Un pájaro con ramas en el pico
construirá su nido
señalando que vendrán nuevos tiempos
si se diluye el odio en el pan candeal,
y se juntan las manos
para amasar la vida
sábado, 9 de noviembre de 2013
Paradoja del amor
A pesar del dolor
de las ausencias,
de las fugas,
las traiciones
verla de nuevo
no le causa pesar.
!Cuánto puede el amor¡
*Agradezco a María, y su blog, Más que palabras, el haber distinguido mis versos
en el Concurso de Viernes fotográfico, para ilustrar sus fotos de fin de semana, y en
el mejor de sus gestos, concederme tan bien facturado diploma, elaborado por el
maestro, José-El viejo-Aprendiz
jueves, 31 de octubre de 2013
Juramento
Ahora viendo la casa,
hecha un estropicio,
le sangraban los recuerdos.

Aquella tarde volvió al callejón, y supo que áun no la olvidaba, a pesar de que el bar donde
escuchaban las canciones de Violeta Parra, ya no estaba, pero sí el alto balcón de la vieja casa colonial, donde leyendo los versos de La casa y el ladrillo, de Mario Benedetti, se habían jurado cambiar el mundo.
escuchaban las canciones de Violeta Parra, ya no estaba, pero sí el alto balcón de la vieja casa colonial, donde leyendo los versos de La casa y el ladrillo, de Mario Benedetti, se habían jurado cambiar el mundo.
Etiquetas:
Benedett,
callejón,
Cuentos,
recuerdo,
Violeta Parra
martes, 22 de octubre de 2013
Hágase...
HÁGASE...
Hágase la luz,
y sus ojos iluminaron mis sombras.
Hágase la miel,
y sus besos endulzaron mi boca.
Hágase el deseo,
y me quedé anclado
al ardor de su cuerpo
domingo, 13 de octubre de 2013
Luna de angustias y de gatas
LUNA DE ANGUSTIAS Y DE GATAS
La luna ojo de la noche
centinela
de los maullidos
de una gata que arrastra en los tejados
su clímax dolorido.
Hace calor
el cielo es una película
azul,
transparente
que atrapa la brisa.
En esta noche
mi pecho se agita
en una ansiedad imprecisa
de códigos crípticos
La luna
como un ojo de cíclope
se ha puesto en lo más alto
de la noche,
quizás la memoria de un beso
o una terneza
espante esta ansiedad
que aprieta como un cepo
el alma
La luna ojo de la noche
centinela
de los maullidos
de una gata que arrastra en los tejados
su clímax dolorido.
Hace calor
el cielo es una película
azul,
transparente
que atrapa la brisa.
En esta noche
mi pecho se agita
en una ansiedad imprecisa
de códigos crípticos
La luna
como un ojo de cíclope
se ha puesto en lo más alto
de la noche,
quizás la memoria de un beso
o una terneza
espante esta ansiedad
que aprieta como un cepo
el alma
sábado, 5 de octubre de 2013
Inmolación
Inmolación
Ánfora, valva, concha, gruta
su sexo.
Náufrago,
me abandono entre sus
líquenes,
y es humedad generosa
que gratifica con sus aguas salinas.
Inmolado en su caverna,
entrego mi carne a sus deseos.domingo, 29 de septiembre de 2013
Lluvia y beso
La lluvia resbala por sus mejillas
como lágrimas.
La beso para enjugarlas
en ese mismo patio
que una noche
el cielo sembró de estrellas
para iluminar sus ojos
sorprendidos
al primer beso.
jueves, 19 de septiembre de 2013
El tren de la medianoche
EL TREN DE LA MEDIANOCHE
Era un sueño casi persistente: no podía tomar ese tren de medianoche, porque llegaba, siempre tarde a la estación. A pesar de que era un sueño, se sentía molesto porque le intrigaba la incógnita de no saber a dónde conducía ese tren nocturno. Se propuso, así fuera un sueño, intervenirlo, para eludir los obstáculos que le impedían llegar temprano a la estación. Leyendo unos incunables medievales, que un tío suyo, -alquimista y esotérico- había heredado de sus abuelos (vinieron a América huyéndole al desenfadado fascismo de Benito Mussolini), encontró que los sueños podían manipularse con el deseo; y esa noche no pensó más que en tomar ese tren a como diera lugar, así fuera un sueño, y con el deseo a cuestas , como quien se seda a cuentagotas, se fue quedando profundo, y se vio en el sueño anticipándose a la salida del tren, sentado en la banca de espera de la estación . Lo que nunca supo, cuando se subió, es que el tren tenía como destino la muerte.
Etiquetas:
cuento corto,
sueño,
tren
lunes, 9 de septiembre de 2013
Saga
Saga
Anduvo los caminos que unen y desunen las antípodas,
trepó los montes altos del mundo por las gargantas más
profundas,
se paseó por los mares del Caribe escanciando en cada
puerto,
el ron más bravo y añejo de las destilerías sin código de
barras.
Cada puño suyo en Harlem, derribaba como un castillo de
naipes
una fila de negros.
Su falcada curva en Le Havre, puso en fuga a los pavorosos
chinos que se ganaban
la vida,
cobrando a cuchilladas el tránsito por el Canal de la Mancha.
Aún las putas de Kingston guardan en las buhardillas
las sábanas
de sus noches prolongadas de amor y ron.
Él que todo lo pudo en la vida en su arrojo y temeridad
ahora llora sobre una cuerda floja,
puesta en un abismo
la traición de una mujer.
lunes, 2 de septiembre de 2013
Arados
Siento su presencia
hecha lama en la piedra que antes
era abrupta,
se pega y devora el mineral
como larva hambrienta;
el agua lame la herida
y la cierra,
pero más puede el dolor,
abriendo surcos en el alma
con un arado de espinas.
lunes, 26 de agosto de 2013
Grieta
Grieta
El alma como un barco enloquecido
muerde en sus costados
los arrecifes,
y el frío y la tormenta
hielan el velamen y sus arboladuras.
Todo se hunde
mientras alguien ríe
tras la máscara de la comedia
martes, 20 de agosto de 2013
Lunas marchitas
Lunas marchitas

Cuántas lunas caminaron
abriendo caminos en la noche
arando la esperanza
donde el amor no fuera
el desabrido beso que paga el capital
y si la mesa servida
para todos.
Cuántas lunas caminaron para que el sueño
fuera roto por el fuego,
y los huevos de la muerte
mataran la ilusión del mundo nuevo
Cuántas lunas caminaron
abriendo caminos en la noche
arando la esperanza
donde el amor no fuera
el desabrido beso que paga el capital
y si la mesa servida
para todos.
Cuántas lunas caminaron para que el sueño
fuera roto por el fuego,
y los huevos de la muerte
mataran la ilusión del mundo nuevo
sábado, 10 de agosto de 2013
Preludio del desamor
PRELUDIO DEL DESAMOR
Antes del estallido seco del disparo, y del estropicio del hombre cayendo sobre un mar de cartas ensangrentadas, se escucha en la voz de Lavoe:
"De que tamaño es tu amor,
cuánto vale para mi si tuviera que comprarlo
y haber perdido la opción.
Anda y dime por favor cuanto vale una ilusión aunque sea para vivir."
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