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miércoles, 7 de mayo de 2008

PIEDAD BONNETT Y EL V ENCUENTRO DE MUJERES ESCRITORAS

En Colombia - indudablemente después de Mariamercedes Carranza - dos voces femeninas (eso no quiere decir que no contemple otras), destacan en la construcción del verso y la novela: Orietta Lozano, caleña, y erótica: "Mi boca de poca risa/ parte alegre hacia tu boca/ y como siempre voy hacia tu cuerpo/ estoy sin voz/ a la hora de los besos./ Me tengo un minuto/ en el silencio/ para componer un canto a tus caricias/ y voy perdiéndome en tu cuerpo...", y Piedad Bonnett, antes que todo poeta como Orietta, y luego narradora. Mujer entregada al uso de la palabra, no sólo por oficio, sino por pasión dramatúrgica, poética (antes que todo) y literaria. Sus libros de poemas y novelas, no han sido el producto de lo gratuito, sino el resultado de esa lucha con la palabra para encontrar la metáfora que, signifique sus universos.
En 1994, cuando aún fungía el Instituto Colombiano de Cultura (hoy Ministerio de Cultura), le otorgó el Premio Nacional de poesía, por su libro El hilo de los días. Tiempos donde el amor lo provocan los hombres impetuosos como el viento sin confines e impedimentas para ser ("potro de sombras desbocado y dulce/ para libertad"), épocas de hechura vegetal, donde aún se respira la linfa de los árboles como "espesa miel...leche oscura que sus hojas exudan". Poemas que respiran la vida, en esa libertad plena del hombre que es fiesta al galope de la llanura o de los cielos abiertos preñados de azul.
Después de todo, es una de sus novelas, con una mujer (pintora-galerista) que intenta ser feliz después del fracaso de su primer matrimonio, y que fácilmente puede caer en una relación lésbica, cuando siente que le hace falta esa muchacha, tan abierta y libre que le ayuda en casa. La intimidad, el amor, ciertas pasiones, he ahí el mundo que Piedad Bonnett ha sabido apropiar a su quehacer narrativo.
Una mujer de las calidades de la Bonnett, nadie pone en duda que merezca ser el centro del homenaje en el V Encuentro de Mujeres Escritoras. Piedad Bonnett, es en estos momentos la más representativa de las mujeres colombianas en el ámbito de la creación literaria, en tres géneros: teatro, poética y narrativa. Por eso, más que merecido el homenaje, para una mujer que se atrave a romper con la tradición de que en Colombia sólo pueden hacer poesía y literatura los hombres.

martes, 6 de mayo de 2008

Confesiones

Contigo,
las horas se me hacen pequeñas
cuando en el cine
picoteamos el mismo cono
de palomas de maíz,
bebemos la misma botella de CocaCola,
y en la pantalla
se dan el mismo beso
que nos damos
.

Condena

Te ofrezco mi alma de poeta,
con asombro de trópicos solares
y lunas encendidas
en el fuego de la noche ,
para sacarte la tristeza
que en vos,
es dura condena.

lunes, 5 de mayo de 2008


TRAS EL CINE:" PERRO COME PERRO", UNA MIRADA AL TALANTE CARNICERO DEL HOMBRE COLOMBIANO
Desde la aparición de las fábulas, el alma, el comportamiento humano, empezaron a observarse desde las especies animales. La astucia en la óptica del zorro, la crueldad en el talante del lobo. Últimamente, el animal que da para todo es el perro. Ha dejado de ser el tradicional amigo fiel del hombre, para transformarse, en infiel. Las mujeres, cuando quieren estigmatizar a su pareja porque conocen de sus traiciones conyugales, le espetan que eres un perro, y si se trata de astucia, para categorizar a un espécimen humano, basta decir ese man es un perro, y si se trata de la catadura sanguinaria y carnicera del ser humano, la fórmula de citar al perro como símil funciona.
Al director colombiano, Carlos Moreno, parece funcionarle, así como le funcionó a Iñárritu, con Amores perros(2000). Su Perro come perro, se ofrece en otra varianza, tan amplia de la categorización del comportamiento humano, traducido en el talante del perro: para un perro hay otro perro, o los duros también tienen quienes les respondan.
Para nadie es un secreto que Colombia con el narcotráfico y el paramilitarismo que, se juntaron a la explotación y el comercio de la droga para hacerse fuertes, y naturalmente sobrevivir a los embates del gobierno y fuerzas externas como la DEA, viene viviendo una auténtica carnicería humana con cobros de cuenta por un lado, por deslealtades y traiciones, por otro, por apertura de nuevos mercados que confrontan los tradicionales. Con la metáfora de Perro come perro, los grandes se están matando entre ellos, con una ferocidad canina, como esa que se observa en Amores perros, cuando ponen a los canes a pelear en el ruedo de las apuestas.
La película de Carlos Moreno , retrata el país en el mafioso Blas Jaramillo, tras del que andan dos matones, Víctor Peñaranda y Eusebio Benítez, para cobrarle cuentas pendientes. Es la primera cinta del caleño, Carlos Moreno, que logró entrar al Sundance, el festival de cine independiente creado por el actor y director estadounidense Robert Redford. Se peleó el ingreso a este prestigioso festival con 983 películas.
Perro come perro es una película robusta en la anécdota del crimen que, a pesar de su tradición en el cine, no se agota en la película de Carlos Moreno, sino que asume nuevos bríos. Los parlamentos no son de plomo, sino medidos, para dar la estatura justa de los dos matones que desde un hotel, acechan al rey de la mafia, Blas Jaramilllo, interpretados por Marlon Moreno y Óscar Borda, para dar la psicología de lo que podría calificarse como el sicario.
En Perro come perro, el alma de la mafia revela el país nacional: brutal, despiadado, apegado a supersticiones y hechizos que lo hacen acudir a fuerzas sobrenaturales para hacerse a una contra o una protección. Pero nada vale, cuando la muerte debe cumplir con su trágico destino.

domingo, 4 de mayo de 2008

EL CERVANTES PARA JUAN GELMAN, PREMIO MERECIDO A SU POESÍA “DE PIE CONTRA LA MUERTE”.


Pretextando visita de enfermo (en la clínica me había acompañado, cientos de veces, y en momentos críticos), Manuelito, mi filósofo de cabecera, cayó por mi casa. Me ponía al día en noticias, cuando dejé el periódico para escuchar lo que le urgía decirme. Conozco muy bien a Manuelito, y si él recala por mi casa, es porque quiere hacerme partícipe de alguna confidencia que le causa desazón. Estoy enamorado, musitó. Me quedé mirándole a los ojos, engrandecidos por los culos de botella de sus lentes pasados de moda, pero que a él le gustan porque le dan un aire de intelectual del mayo 68. Ya era hora, Manuelito, porque si deja pasar el tiempo (riéndome), iba a tener que hacer los hijos con los orines. El reía, también con el apunte, mientras sorbía un tinto que pringaba de lo caliente. Sin pudor por el enfermo, prendió un cigarrillo.
En la pausa volví sobre el periódico, para ahondar la noticia del Premio Cervantes, otorgado al poeta argentino Juan Gelman. Sabes que Gelman se ganó el Cervantes? Manuelito, con la taza de café humeando, ¡claro¡ de eso, también quería hablarte. Lo observé, mientras sorbía como náufrago el café negro,y el cigarrillo se le hacía cenizas entre los dedos, merecido premio a un poeta que ha sabido ser poeta, y aprovechar la poesía, sin caer en el panfleto o la pancarta para actuar desde el verso contra los déspotas, por eso no extraña que en su discurso, haya señalado que “ahí está la poesía, de pie contra la muerte”. La poesía, se acomoda las gafas, Manuelito, no puede ser otra cosa que vida, por eso Gelman en los momentos más duros de la dictadura en Argentina, cuando tuvo que tomar el camino del exilio, y allá en el destierro forzado, cuando le llegaban las noticias de los amigos y compañeros desaparecidos, sabía que al menos tenía el verso para fustigar la ignominia y el despotismo que la dictadura habían impuesto en Argentina, para negar la palabra, el pensamiento y la libertad. Contrapunteo, pero un verso, a pesar de la rabia, no extrávico de las buenas imágenes, las sensibilidades y la imaginación. Antes que todo la buena poesía donde se reunían, contra la cólera que provocaba la dictadura y sus desafueros, el núcleo de sus sueños poéticos: la poesía misma ( “A este oficio me obligan los dolores ajenos / las lágrimas, los pañuelos saludadores, las promesas en medio el otoño o del fuego los besos del encuentro, los besos del adiós / todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre / Nunca fue el dueño de mis cenizas, mis versos / nuestros oscuros los escriben como tirar contra la muerte”), el amor (“me parecía oír un pajarerío en el bosque /vos como amor encendiendo otros amores / o más..), el erotismo (“Esta Ofelia no es la prisionera de su voluntad / ella sigue a su cuerpo / espléndido como el golpe de vino en medio de los hombres/ su cuerpos estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires / Ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos/hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales / Ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia/ tus pechos altos duros come il palazzo vecchio.”.), la mujer( “Daniela Rocca loca dicen los magazines/ de una pobre mujer italiana por cierto/ que practicaba métodos feroces del olvido/ y no mató a sus padres y fue caritativa/ y un día de setiembre orinó bajo un árbol/ y era llena de gracia como santa maría”), los compañeros desaparecidos (“Ahora Miguel Ángel cruza la noche del país / va en un caballito de fuego / se le caen las palabras que tiemblan como el sur / tira balazos de esperanza / Es verdad que te hicieron pedazos en la tortura militar?¡Te caíste a pedacitos? ¿Y qué crece de cada pedacito tuyo?/ Acaso otro Ángel Miguel” ? He ahí, el valor de una estética que apela a la vida, para contrarrestar el terror y la muerte, alegoría del despotismo, dueño y señor de la existencia.
Merecido el Cervantes para Juan Gelman, otro poeta que como Benedetti, tuvo que pagar el apego a sus convicciones con el destierro. Pero he ahí, que la poesía salió robustecida, con un Gelman capaz superar la poesía de reacción, de combate, de cólera, por una puesta al servicio de la estética, sin dejar de fustigar la muerte enseñoreada en la dictadura militar.

viernes, 2 de mayo de 2008

SIN PENA NI GLORIA DEFUNCION DE VANGUARDIA & CULTURA

Colombia es un país de revistas literarias. Cada día que pasa se funda una revista, y muere otra u otras, porque son, mayormente, las que desaparecen que las que se crean. Si dolió ( dolor cultural) que un periódico de la estatura nacional como El Espectador, le dijera adios, por la carencia de rentabilidad, a su Magazín Dominical que había dado un salto abismal, del formato tabloide al de revista, por qué no vamos a sentir, por cercanía, el entierro sin pena ni gloria que, Vanguardia Liberal hace de su antiguo Vanguardia Dominical, últimamente, Vanguardia & Cultura (!vaya que denominación tan árida para los menesteres del espíritu, las letras y el arte¡). La razón, ya se intuía, pero que confirma el boletín cultural virtual, Perro Ciego :"la cultura no vende, no es negocio y no le interesa a los lectores..."
Lamentable la desaparición de este medio que, a no dudarlo, se había convertido en un espacio para la divulgación, la promoción , el comento, y la crítica del quehacer cultural, artístico y literario del oriente colombiano.Parece que los únicos deudos que tendrá Vanguardia & Cultura, será el de los artistas, gestores de cultura y escritores, porque los directivos de Vanguardia Liberal, se muestran felices por la desaparición definitiva del suplemento cultural, que desde hace años, clamaban por su cierre definitivo, ya que en sus cuentas, era un lastre económico: no producía o generaba ingreso alguno con carácter de ganancial o dividendo.
Tomás Vargas Osorio ( Regreso de la muerte y Cuentos santandereanos), ese oibano que en 1941, descansó del agite periodístico,y político; de los afanes versadores, del juicio literario y la creación cuentística, debe estar revolcándose en su tumba, por la desaparición del suplemento literario y cultural de Vanguardia Liberal, que él , 75 años atrás fundara.
La Joroba del Camello, se suma a las protestas de Perro Ciego, y artistas santandereanos que observan con angustia, cómo se le cierran espacios a la expresión y divulgación del pensamiento, el arte y la cultura. Ahora es el momento de revivir aquellas revistas de calle, sin permiso, subterráneas, que hace unos años, llegaban mano a mano a lectores populares. Un réquien in pace, por Vanguardia & Cultura, suplemento que recibe las paladas de tierra enterradora, porque en Colombia, los medios de expresión artística y literaria están moribundos, y a los que tienen la plata para no dejarlos morir, poco les importa.

martes, 29 de abril de 2008

!He vuelto¡

Como un pez en tierra firme,
abriendo los fuelles de las agallas,
para agarrar pedazos de vida,
este marinero de la palabra,
tendido en la dura cama
de un hospital,
sólo tiene recuerdos
para la memoria de los hospitales de ultramar,
lóbregos lugares,
donde Maqroll el Gaviero,
el mítico marino de los poemas
y novelas de Mutis,
le ganó tantos lances a la muerte.
Ahora soy otro Maqroll,
ensopando en el sudor,
las sábanas de hospital,
reventando en los dolores,
de un páncreas que se hincha,
en la única defensa de la almeja.
La muerte se agazapa,
sin guadaña ni hábito talar de albornoz.
Ella corre por los torrentes
del maltrecho cuerpo,
inundándolo de podres,
y hace estrechas las fronteras
entre la vida y la muerte;
la vida pende de un hilo,
un hilo frágil de araña,
que se rompe al menor soplo de la brisa,
pero el hilo resistió,
y ! héme aquí ¡
de vuelta al puerto
después de la borrasca,
para beber el ron bravo de los nativos,
y celebrar con una negra recia,
el regreso a la vida.