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lunes, 12 de mayo de 2008

ESCUELA MARIO GONZÁLEZ, Y SU PROYECTO LÚDICO DE ARTES INTEGRADAS PARA NIÑOS DESPLAZADOS Y DE BARRIOS POPULARES DE PIEDECUESTA

En un país como Colombia donde la violencia intrafamiliar repercute mayormente en los niños, donde son los pequeños los que menos espacios de diversión y recreación tienen, y se ven - prácticamente - forzados a someterse al encierro en sus casas, en el tiempo libre, frente a una televisión que no les habla ni les programa en las expectativas de su imaginario de infantes.
Lamentablemente, en Colombia, el esparcimiento y el solaz dirigido a los niños no existe. Quien opine lo contrario es un falaz, como el bolero de Andrea Echeverry. Los niños son invisibles para el Estado, el sector privado, y los programadores de los medios electrónicos. Más cuando imperan los intereses neoliberales, que han dejado el lado humano en todo proyectro, y lo observan desde la óptica rastarera de su naturaleza productiva y rendimiento del capital.
En lo anterior - a pesar de que se puede pensar que una golondrina no hace verano - es bueno destacar que sean organizaciones populares, las que se preocupen por los menesteres recreativos de los niños, en un país de indolencias. Esa preocupación la tiene la Escuela de Artes y Desarrollo Humano Mario González, que funciona en Piedecuesta, hace más de tres años. Este 2008, puso en marcha el proyecto Niños y niñas desplazados...con tiempo y con historia, con el apoyo y confinanciación del Ministerio de Cultura. Un proyecto, enteramente lúdico, para ochenta niños y niñas de barrios desplazados y populares del municipio de Piedecuesta (Los Cisnes, Barroblanco, Cabecera del Llano, Hoyogrande y San silvestre); un proyecto integral que reúne música, teatro, plástica y danzas, pensando en la idea del artista completo y global.
En buena hora, este proyecto lo coordina el maestro y compositor, Edson Velandia, que ya tuvo una experiencia grata de sacar adelante el proyecto pedagógico de Sócrates, con los niños y niñas del colegio La Ronda, que desembocó en la grabación de un CD, cantado por estos escolares, con canciones infantiles (rondas, nanas, canciones de cuna), compuestas por Velandia. Por ello, sin duda alguna, este proyecto que también remata en un disco, interpretado por estos niños vulnerables, a los cuales la vida no les ha sonreído, culminará felizmente.
Por ser un proyecto que integra disciplinas del arte, la tarea de maestros como Antonio Cáceres desde el teatro, Jhon Cañón desde la música, Neryth Yamile Manrique, desde las Artes plásticas y Wilmar Velandia, en el aporte de las danzas, es decisiva para la propuesta pedagógica de formar en lo niños un espíritu de artistas integrales. He estado por ahí, observando el desarrollo de los talleres, y he visto la cara de felicidad de unos niños, que al menos con las artes, vienen aprendiendo, que también tienen derecho al goce creativo.

Renacer

Mira el sol
con espíritu de heliotropo,
que hoy te has puesto
la cara dominguera

domingo, 11 de mayo de 2008

EL ESPECTADOR, LA OTRA OPINIÓN, VUELVE A SER DIARIO

El periodismo tiene una regla de oro: la independencia y la objetividad. El periodismo no puede observar los hechos de manera sesgada, pues deja de serlo, y se convierte en aúlico y es lo que viene pasando, últimamente, con los medios escritos y electrónicos en Colombia, que han roto la regla de observar la realidad -y en especial el comportamiento del gobierno- desde la emancipación y la imparcialidad periodística. Periodistas y medios, se han dejado seducir por los cantos de sirena de una administración que sabe mover sus fichas para ganarse con dádivas, canonjías, burocracia o por otros medios tenebrosos, la aceptación.
Sin embargo, un periódico que se ha mantenido fiel a la regla de oro del periodismo, ha sido EL Espectador, sobreviente de los atentados en los duros momentos de la era de la violencia política colombiana, de los terribles episodios de un narcatráfico poniendo bombas a diestra y siniestra, del desafecto de los gobiernos, extralimitados en el ejercicio de la fuerza, y finalmente de los embates económicos, que lo llevaron a dejar de circular diariamente, para aparecer los domingos como semanario. Aferrado a los principios trazados -desde su fundación- por don Fidel Cano, El Espectador, prácticamente, ha sobrevido después de los avatares, que han pugnado en su historia periodística, por ponerlo fuera de circulación.
Reconforta, entonces que, ante el sinnúmero de dificultades padecidas por El Espectador, vuelva a circular como diario, y completamente remozado, luciendo nuevo look: del formato tradicional, pasa al tamaño tabloide, tipo periódico europeo, con mayor espacio que el tabloide normal, y más práctico y fácil para leerlo.
Mantiene en su sección de opinión a columnistas de la estatura de Alfredo Molano, sociólogo, que recalara en el periodismo con una visión sustantiva de los problemas sociopolíticos como la colonización, la siembra de la coca, entre otros, Jorge Bejarano, aguerrido liberal, crítico del gobierno; Felipe Zuleta, periodista que ve el oficio desde un juicio de fortalezas y debilidades del ejercicio del poder, y otras voces de derecha e izquierda, para que la opinión obre en los criterios de este medio: diversa y varia.
Lo relevante, es que vuelve El Espectador como diario, para ser la otra cara de la opinión, fente a un periodismo que dejó de serlo, porque no habla desde los criterios de la independencia y la imparcialidad, sino desde los interees del gobierno, que debería ser el objeto de sus juicios y sus críticas objetivas. Bienvenido El Espectador diario.

miércoles, 7 de mayo de 2008

PIEDAD BONNETT Y EL V ENCUENTRO DE MUJERES ESCRITORAS

En Colombia - indudablemente después de Mariamercedes Carranza - dos voces femeninas (eso no quiere decir que no contemple otras), destacan en la construcción del verso y la novela: Orietta Lozano, caleña, y erótica: "Mi boca de poca risa/ parte alegre hacia tu boca/ y como siempre voy hacia tu cuerpo/ estoy sin voz/ a la hora de los besos./ Me tengo un minuto/ en el silencio/ para componer un canto a tus caricias/ y voy perdiéndome en tu cuerpo...", y Piedad Bonnett, antes que todo poeta como Orietta, y luego narradora. Mujer entregada al uso de la palabra, no sólo por oficio, sino por pasión dramatúrgica, poética (antes que todo) y literaria. Sus libros de poemas y novelas, no han sido el producto de lo gratuito, sino el resultado de esa lucha con la palabra para encontrar la metáfora que, signifique sus universos.
En 1994, cuando aún fungía el Instituto Colombiano de Cultura (hoy Ministerio de Cultura), le otorgó el Premio Nacional de poesía, por su libro El hilo de los días. Tiempos donde el amor lo provocan los hombres impetuosos como el viento sin confines e impedimentas para ser ("potro de sombras desbocado y dulce/ para libertad"), épocas de hechura vegetal, donde aún se respira la linfa de los árboles como "espesa miel...leche oscura que sus hojas exudan". Poemas que respiran la vida, en esa libertad plena del hombre que es fiesta al galope de la llanura o de los cielos abiertos preñados de azul.
Después de todo, es una de sus novelas, con una mujer (pintora-galerista) que intenta ser feliz después del fracaso de su primer matrimonio, y que fácilmente puede caer en una relación lésbica, cuando siente que le hace falta esa muchacha, tan abierta y libre que le ayuda en casa. La intimidad, el amor, ciertas pasiones, he ahí el mundo que Piedad Bonnett ha sabido apropiar a su quehacer narrativo.
Una mujer de las calidades de la Bonnett, nadie pone en duda que merezca ser el centro del homenaje en el V Encuentro de Mujeres Escritoras. Piedad Bonnett, es en estos momentos la más representativa de las mujeres colombianas en el ámbito de la creación literaria, en tres géneros: teatro, poética y narrativa. Por eso, más que merecido el homenaje, para una mujer que se atrave a romper con la tradición de que en Colombia sólo pueden hacer poesía y literatura los hombres.

martes, 6 de mayo de 2008

Confesiones

Contigo,
las horas se me hacen pequeñas
cuando en el cine
picoteamos el mismo cono
de palomas de maíz,
bebemos la misma botella de CocaCola,
y en la pantalla
se dan el mismo beso
que nos damos
.

Condena

Te ofrezco mi alma de poeta,
con asombro de trópicos solares
y lunas encendidas
en el fuego de la noche ,
para sacarte la tristeza
que en vos,
es dura condena.

lunes, 5 de mayo de 2008


TRAS EL CINE:" PERRO COME PERRO", UNA MIRADA AL TALANTE CARNICERO DEL HOMBRE COLOMBIANO
Desde la aparición de las fábulas, el alma, el comportamiento humano, empezaron a observarse desde las especies animales. La astucia en la óptica del zorro, la crueldad en el talante del lobo. Últimamente, el animal que da para todo es el perro. Ha dejado de ser el tradicional amigo fiel del hombre, para transformarse, en infiel. Las mujeres, cuando quieren estigmatizar a su pareja porque conocen de sus traiciones conyugales, le espetan que eres un perro, y si se trata de astucia, para categorizar a un espécimen humano, basta decir ese man es un perro, y si se trata de la catadura sanguinaria y carnicera del ser humano, la fórmula de citar al perro como símil funciona.
Al director colombiano, Carlos Moreno, parece funcionarle, así como le funcionó a Iñárritu, con Amores perros(2000). Su Perro come perro, se ofrece en otra varianza, tan amplia de la categorización del comportamiento humano, traducido en el talante del perro: para un perro hay otro perro, o los duros también tienen quienes les respondan.
Para nadie es un secreto que Colombia con el narcotráfico y el paramilitarismo que, se juntaron a la explotación y el comercio de la droga para hacerse fuertes, y naturalmente sobrevivir a los embates del gobierno y fuerzas externas como la DEA, viene viviendo una auténtica carnicería humana con cobros de cuenta por un lado, por deslealtades y traiciones, por otro, por apertura de nuevos mercados que confrontan los tradicionales. Con la metáfora de Perro come perro, los grandes se están matando entre ellos, con una ferocidad canina, como esa que se observa en Amores perros, cuando ponen a los canes a pelear en el ruedo de las apuestas.
La película de Carlos Moreno , retrata el país en el mafioso Blas Jaramillo, tras del que andan dos matones, Víctor Peñaranda y Eusebio Benítez, para cobrarle cuentas pendientes. Es la primera cinta del caleño, Carlos Moreno, que logró entrar al Sundance, el festival de cine independiente creado por el actor y director estadounidense Robert Redford. Se peleó el ingreso a este prestigioso festival con 983 películas.
Perro come perro es una película robusta en la anécdota del crimen que, a pesar de su tradición en el cine, no se agota en la película de Carlos Moreno, sino que asume nuevos bríos. Los parlamentos no son de plomo, sino medidos, para dar la estatura justa de los dos matones que desde un hotel, acechan al rey de la mafia, Blas Jaramilllo, interpretados por Marlon Moreno y Óscar Borda, para dar la psicología de lo que podría calificarse como el sicario.
En Perro come perro, el alma de la mafia revela el país nacional: brutal, despiadado, apegado a supersticiones y hechizos que lo hacen acudir a fuerzas sobrenaturales para hacerse a una contra o una protección. Pero nada vale, cuando la muerte debe cumplir con su trágico destino.