Miedo
Miró al tipo que entró al cobertizo con los ojos bajos y el fusil en la mano. Le dolían las amarras. Llevaba -desde que lo agarraron- más de un día atado a una especie de horcón erizado de brotes, que le herían las manos. Sabía que venía a matarlo, pero el hombre tenía miedo. Se lo decía la mirada siempre gacha. Es difícil matar a otro de frente e indefenso. Entonces.,a sabiendas de que todos modos lo mataría, lo animó a hacerlo, para no aumentar su sufrimiento ni el del otro por la espera:
-!Máteme que va a matar a un hombre, cobarde¡.Y el cobertizo fue una descarga cerrada de balas de fusil.
23 comentarios:
condenado y verdugo
siempre el miedo entre ellos
como umbilical signo de sus destinos
abrazos y buena jornada Carlos
Maestro, sé del placer que para usted representa escribir. Hacìa tiempo que no entraba. Y siempr es una sorpresa, verlo saltar del verso al cuento, o del cuento al verso, para ponernos frente a situaciones como esta, tan humanas. Creo que en este cuento hay una intenciòn de recordarnos algo, que puede estar entre esos cuentos de Rulfo o una saga que toca a Bolivia.
Un beso.
Deamatismo a tope,querido Carlos. Me has dejado sin palabras.
Un abrazo fuerte.
¡¡Tremendo!!
Hay que tener coraje y lo digo por los dos. Uno por matar al indefenso y el otro por animarlo a que lo haga.
mariarosa
Uno valiente enfrentando a la muerte y el otro cobarde enfrentando sus miedos.
¿Quien es quien?
Besos Carlos
ouch!
qué condena la del ejecutor, y que valentía la de la víctima que ayuda a aligerar lo difícil de su tarea-creo que yo no podría.
abrazos, Carlos.
Medo: uma porta aberta para o fracasso.
Muitas reflexões podem vir a partir de tuas palavras,muito bem elaboradas.
Beijos e uma ótima semana.
Joelma
Yo creo que no era cobarde, sino todo lo contrario al pedir que le maten hay que tener valentía y valor.
Todos tenemos miedos, forma parte de la vida, nos sirven para protegernos.
Un beso, amigo Carlos.
Mil gracias querido y admirado poeta por obsequiarnos tan profundas y reflexivas letras que aunque ornadas de dramatismo no por eso pierden su belleza.
Muchos besinos de esta amiga con inmenso cariño.
Un instante... frente a frente, la aparente deleznable conducta del que mata de frente a un semejante indefenso. Habría que saber porqué uno estaba como verdugo y el otro como víctima. Puerta abierta nos deja el escritor para cuestionarnos si la justicia "de ojo por ojo y diente por diente" se estaba cumplimento.
Un abrazo Carlos.
Yo me quedé sin palabras... no pediría que maten... siempre me desencajo con tus letras!
Al pobre lo mataron...te dejo un abrazo, buen comienzo de semana!
MIS PENSAMIENTOS. MERCE CARDONA.
Dice, tus poemas me dejan sin palabras. Eres único. Agradezco tu paso por mi casa....
Besos, mua mua mua
Hola Carlos, uffffffff tremendo. El asesino no era valiente sí un gran cobarde por matar de frente a una persona amarrada. El valiente era al que iban a matar que no quería alargar el sufrimiento ni para el verdugo por tener que matarlo, ni para el mismo porque sabía que tarde o temprano lo mataría. Estando a las puertas de la muerte aun piensa en el verdugo para que se acorte su sufrimiento. Si al menos el verdugo hubiera tenido un poco de corazón no habría disparado su fusil. Buen cuento, así es la vida de dura entre verdugo y condenado.
Saludos y un gran abrazo
Y después del crimen el miedo.
Dostoievski.
Saludos
TREMENDO MICRO CARLOS. IMÁGENES QUE ME HORRORIZAN.
UN ABRAZO
Enhorabuena, Carlos Augusto por su visita y comentário y enhorabuena, Ubirajara Mello por su bella poesía, en nuestro blog Bestiário Alagoano.
Abrazos.
Fue más valiente el condenado, que el asesino.
Fuerte texto.
Saludos
Medo e coragem que se esbarram entre palavras intensas...
Beijos.
muchas gracias CARLOS por cada una de tus huellas
lees a conciencia y eso es un premio para mí importante
abrazos y feliz jornada
:D
Balas cargadas de miedo que matan igual lo peor es que el olor a remordimiento seguro que no desaparece nunca.
Micro potente.
Besos de gofio.
asu mejor así.
Tal vez sufre más el que se queda, es su triste destino vivir de la muerte.
Un abrazo.
con la cabeza en alto.
Grande señor, bárbara la descripción.
Salud!
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