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viernes, 3 de septiembre de 2021

EL HOMBRE DEL TERNO BLANCO

 













*Foto intervenida



Lo vio venir por la misma acera, donde ella disimulaba esperar el taxi. Tenía la figura como le habían dicho, del típico mujeriego avejentado, pero bien vestido de pies a cabeza. A lo Rubirosa, lentes oscuros y terno blanco de lino, para apaciguar el calor de la isla, entraba al bar donde quienes lo conocían, le habían dicho que era infaltable, porque allí espigaban las mujeres bonitas y de mundo, se echaba la suerte en el póker, y se bebían los mejores rones del Caribe, cosas que le encantaban porque eran su mundo. Eso sí, nadie supo decirle, cómo un extraño a esta tierra (no sabían de dónde venía exactamente), había logrado echar raíces en la isla, cuyos naturales eran pocos afables, y dados a soslayar la amistad, con la gente de afuera.

No acababa de entrar el hombre del terno al bar, y sentarse en la barra, cuando la mujer se sentó a su lado. Era una morena alta, de pelo ensortijado, de ojos verdes que contrastaban con su piel. Él pidió un ron en vaso grande, sin reparar en la mujer. Cuando terminó de bebérselo de un solo golpe, fue que vio a la mujer y se quitó los lentes, "tiene mis ojos", pensó ella, "tiene mis ojos" pensó él, y le brindó con la galantería que lo caracterizaba, un ron. Ella, no lo rechazó, y no podía dar crédito mientras se lo tomaba a sorbos, que ese hombre tan amable, fuera aquel que su madre (a la que le gustaban las parrandas) conoció en una de las casetas, bailaderos de salsa, cuando trajeron una noche a la Fania All Star, cantando Héctor Lavoe, la canción aquella  de "ella va triste y vacía/ llorando una traición con amargura /por aquel que le decía/ que era su amor y su locura" , canción premonitoria de la que sería en adelante su desgracia: se enamoraría locamente de ese hombre al que en sus noches de borrachera y despecho, llamaba "mi gatico  ojos de mar, por qué me dejaste como un barco a la deriva" y se echaba a llorar como una Magdalena inconsolable, y le contaba, "hija, aún no habías nacido, estaba embarazada de él, venías en camino, y ya se había bebido y gastado en las mujeres más bellas de Alto Prado de Barranquilla- putas al fin-, la mitad de mi fortuna. Y cuando te tuve, ni siquiera se dignó visitarme en la clínica. Prefirió jugarse los restos de las tarjetas de crédito que no alcancé a cancelarlas, en los putiaderos de la Zona Murillo, y así como llegó a mi vida, anónimo y sin patria, se largó, dejándome con esta pena de quererlo que no se acaba."

Recordaba la mujer, y era lo que más le dolía, que su madre había tratado de suicidarse con barbitúricos que, un médico amigo le proporcionaba para paliar la pena por el abandono, en que la había dejado su gatito ojos de mar. Entonces le entró el encono de nuevo por ese hombre que tenía al frente, y que debía ser su padre. Así, que le soltó la pregunta,

-¿Vivió con María Fernanda Troncoso, hace como 18 años, en Barranquilla ?- Al hombre del terno blanco le cambió el color de los ojos, y ella, lo vio viejo, disminuido, cuando le confirmó en un susurro, que sí era el que había vivido con su madre. Entonces, apretó la pistola que llevaba en la pretina de su bluyín. Pero el hombre era un despojo. Sembrado ahí en la silla de la barra, como si el recuerdo lo hubiera envejecido más, y puesto en un desamparo, del cual intuía que ya no le quedaba sino la muerte; y ella sintió un estremecimiento interior fuerte al ver la figura del hombre, transformada en un guiñapo. Y no tuvo más remedio que levantarse y caminar hacia la puerta, mientras él le preguntaba:

- ¿Y quién es usted ? -

-Su hija ¡enfatizó¡ He recorrido el mundo entero, buscándolo para matarlo y ahora, no puedo





43 comentarios:

Alfred dijo...

Moverse simplemente por venganza no conduce a nada.
Al final se hundió ante su pasado.

Un saludo.

Luiz Gomes dijo...

Acho que a vingança não leva a lugar nenhum. Bom final de semana e com muita saúde.

carlos perrotti dijo...

Gran relato, además de muy bien escrito, me encantó su digna resolución: Ella supo elevarse sobre su dolor de toda una vida (el ansia de venganza a nadie puede hacer feliz). Darle muerte al viejo hubiera significado no poder trascenderlo.

Abrazo agradecido por este momento de literatura, amigo.

CHARO dijo...

Menos mal que no le ha disparado, pensé que sí lo haría. Me ha encantado el relato.Saludos

Macondo dijo...

Me ha gustado mucho tu relato.
Un abrazo.

Verónica O.M. dijo...

Difícil el papel de ambos.
Un abrazo, buen fin de semana😀

eli mendez dijo...

Ayyyyyyy Carlos!!!!Que excelente ambientación y desarrollo de esta historia..Los personajes se dejaron ver , asi tal cual "los pintas", una maravilla...Y este final de historia como tantas, de esos amores realmente inexplicables pero que no se quitan del corazón..del abandono, la tristeza, las ausencias..
y de como la vida ,cuando se llega a una edad más avanzada nos muestra la otra cara...nos pone de frente a los errores y nos convierte en seres "diminutos".. donde no vale la pena gastar una bala, porque la sentencia ya está hecha. Impecable. Te dejo un abrazo mas que grande.

mariarosa dijo...


Muy buena historia Carlos.
Hizo bien en no matarlo, no valía la pena arruinar su vida por quien nada valía.

mariarosa

Maria dijo...

Our Lady of Lourdes, intercede for me and my family, cover us with your sacred mantle, I thank you in the name of the father of the child and the holy spirit amen 🙏

retazosmios dijo...

Perfecta historia y narrativa Calos ¡felicidades!.
No merecía la pena arruinar su vida cometiendo un asesinato. Buen final.
Un abrazo y buen fin de semana.

J.P. Alexander dijo...

Pobre muchacha cuantas historias hay as{i en el mundo. Eres un genial narrador. Te mando beso

Sandra Figueroa dijo...

Maravilloso relato amigo Carlos, casi de la vida real, esas cosas suceden a menudo por este mundo agonizante, Me encanto leerte. Saludos a la distancia.

Albada Dos dijo...

Ese hombre removía recuerdos varios, que tal vez seguían anclados en el pasado.

Regreso de mis vacaciones y me alegra leerte. Un abrazo

Conchi dijo...

El ya se estaba convirtiendo en un despojo, no merecía ni una bala. Muy buen relato.

Un abrazo.

Jo dijo...

Wow! Que buena crónica y que vuelta ee tuerca! Al principio pensaba que esto iba hacia otro desenlace!!! Es mas desee el principio no sabia que esperar

:) maravilloso

Galilea dijo...

Fantástico! Me ha encantado. Está maravillosamente escrito. Todo un placer leerte.
😍😍👏👏👏👏👏👏

Manuel dijo...

Gracias, Carlos, por esta historia tan bonita y tan bien narrada, de la que me gustaría destacar, además del interesante final, la descripción que haces del personaje en cuestión, así, como el cambio de opinión de ella, cuando lo tiene cara a cara, porque ahí creo que está la cuestión del porqué no le disparó. Vamos, una maravilla de principio a fin.
Un fuerte abrazo, amigo.

José A. García dijo...

La indecisión es el peor de los males. Luego de tanto esfuerzo no atreverse a dar ese último paso...

Saludos,
J.

Rajani Rehana dijo...

Super blog

Graça Pires dijo...

Uma narrativa excelente que me deu imenso gosto ler. O final da história criou algum sobressalto, mas acabou bem.
Uma boa semana com muita saúde.
Um beijo.

ETF dijo...

Me ha encantado tu relato, Carlos. Mucho. Lo he devorado.
Vibrante relato y emocionante final. Bravo.
Un abrazo de lunes.

São dijo...

Magnífica narrativa qeu teve um final à altura.

Te abraço.

Ainda: Publiquei LA CASA no SÃO, espero que não te enfades.

..NaNy.. dijo...

Hola precioso tu escrito me encanta como lo describes es un relato muy profundo. Saludos

Isa dijo...

Madre mía Carlos que relato más bueno. Se lee despacito y con suavidad, pero con ganas de terminar para ver que es lo que va a sucede. Muy bien narrado y contado, y seguro que es una historia real, así me lo parece a mí.
Abrazos

Laura. M dijo...

Buenísimo Carlos. Ni una bala se meracía. Hizo bien en dejarlo con sus miserias.
Un abrazo.

Margarida Pires dijo...

Que louca descrição, adorei ler!
Um abraço, Carlos!
Megy Maia🌸🌹🌸

Rainbow Evening dijo...

well written and interesting story...

# Have a great day

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Maestro Carlos, admiro esa habilidad tuya de enlazar situaciones humanas con algunos temas musicales para dejarnos metidos en los recuerdos que a los seres humanos nos atiborran; y, es que, una canción del pasado nos lleva al recuerdo y muchas de esas canciones nacieron, precisamente, de historias como la que aquí nos narras tan maravillosamente. Cuántas veces se han reconocido muchos seres humanos, para bien o para mal, en las situaciones más inverosímiles de la vida. Aquí, en tu historia, no hubo un muerto pero, de alguna manera, para ella bastó ver la decrepitud de su padre para darse por bien servida y dejarlo a él con el dolor de saberse despreciado por su hija, desprecio que de seguro bien se lo merecía.
Estupendo relato, apreciado Maestro.
Te dejo un abrazo.

lanochedemedianoche dijo...

Qué impactante para ella conocer a su padre, y al final la venganza se convirtió en lastima, excelente poeta.
Abrazo

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Un extraordinario relato... Casi el comienzo e una novela, deberías seguirla

Paz

Isaac

Recomenzar dijo...

que belleza de entrada te felicito abrazos

Majo Dutra dijo...

Excelente!
Gostei muito ler-te, Carlos Augusto.
Dias bons e felizes. Abraço amigo
~~~~~

Verónica Calvo dijo...

Qué buen relato, Carlos.
El giro final, de aplauso.
Te felicito.

Abrazo.

Carolina dijo...

¡Hola! Un relato excelente, lo mejor es vivir sin rencor. ¡Buen fin de semana!

Ricardo Tribin dijo...

Que excelente crónica, muy estimado Carlos Augusto.

Trajiste a mi memoria a Porfirio Rubirosa, destacado galán de comienzos y mediados del siglo pasado.

Clarisa T. dijo...

Oh, Carlos, qué historia tan buena. Bien trazada, bien hilada, como la vida misma. El personaje vividor, todo un símbolo de aventurero hasta el final. Muy hermoso este relato. No conozco Colombia y a través de tus escritos la amo. Había una canción que solía cantar un viejo amigo de mi padre que era pescador y que decía " Se va para Barranquilla, se va para Barranquilla"... y no recuerdo más, je 😉🎵 Qué cosas, a veces a través de lecturas nos vienen lugares, personas, historias, a la memoria... Y nos llenamos de bellas nostalgias...
Abrazos. 🙋‍♀️

Juvenal Nunes dijo...

Encontros desejados que a vida torna indesejáveis.
Abraço forte.
Juvenal Nunes

Ana Mª Ferrin dijo...

La venganza puede madurarse lentamente, calando el adobo para hacerse cada vez más sabrosa.

Pero el tiempo no pasa en vano. Y, como en los fogones, si el precocinado se prolonga más de lo debido, el guiso puede agriarse y hacerse incomible.

Como le pasó a esa hija, que hizo bien dejando al guiñapo sin que siquiera mereciese el precio de una bala.
Saludos.

ANNA dijo...

Muchas gracias
te lo agradezco mucho tu visita

Besos

Rud dijo...

¡Cielos, Carlos, el del traje blanco es un tipo de persona que me asusta!
Me agradó mucho el relato, la venganza no es buena; existen muchos seres humanos abandonados a su suerte, pero vivir con odio debe ser muy difícil. Una gran parte de la humanidad necesita curar su ira, por fortuna, al final de la historia primó el llamado de la sangre y la compasión.
Deseo que pases una semana maravillosa.
Un abrazo.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Historias de bar, de parranda y desenfreno... historias de amores ardientes que dejan huellas y, a veces, heridas que son eternas.

Un abrazo.

Rocío G. Tizón dijo...

Muy buen escrito.
Un sbrazo.

Laura dijo...

El rencor no conduce a nada, es mejor vivir sin él.
Muy buen relato Carlos.
Besos.