Pobrecillo no sé lo que se pensaría que era, jaja. Me fascinan las estatuas, cuando las observo siempre pienso lo mismo, la de gente que las habrá mirado al pasar. Un abrazo, buen finde
Cómo se despojan los honores con el tiempo. La maldita peste de palomas, esas condenadas desde hace rato están confabulando también contra los de carne y hueso. ¿Cuándo actuarán con vigor?...qué miedo no saber.
Muy irónico tu poema... Muchos héroes olvidados y otros inmortalizados en bronce, que tal vez no lo eran tanto..por eso las palomas encuentran alivio en su cabeza..
Bibliotecario, dramaturgo y teatrero, hacedor de revistas literarias y libros de poesía, cuento y novela.
Libros publicados: Cuentos:Ha llegado la hora, La sombra de la máscara, y La angustia de las almas en pena
Novelas: La saga del último de los duros.
Poesía: Päginas de arena, con Mariela Basto, Juan Remolina, y Óscar Delgado.
Premios:
Segundo puesto, concurso nacional de cuento, Treinta Años UIS (UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER, COLOMBIA), con el libro: Ha llegado la hora.
Primer finalista, concurso Metropolitano de Poesía, Instituto Municipal de Cultura (Bucaramanga)
19 comentarios:
Me gusta el humor y la ironía del poema. Un beso.
Todas las estatuas ecuestres sueñan con la mano del Rey Midas...
Muy acertada tu mirada.
Un abrazo.
Una ironía cierta, la que desprenden tus palabras.
Un beso.
FULLLL IRONÍA!!!!
UN ABRAZO
Uts! nada que se pueda hacer, las palomas no saben de héroes ni personajes ilustres.
Un beso.
Pobrecillo no sé lo que se pensaría que era, jaja.
Me fascinan las estatuas, cuando las observo siempre pienso lo mismo, la de gente que las habrá mirado al pasar.
Un abrazo, buen finde
Es una pena que las estatuas se conviertan en el W.C de las palomas.
Irónico breve ;-)
Besitos de Arte
Trade se dió cuenta...maldita ironía del destino...
Besos de luz para tí, Carlos.
Upssssssssssss...quise decir tarde
Y no tenía solución, solo seguir allí para ser perfumado, muy bueno.
Besos
Este el destino de muchas estatuas. Es que las palomas no entienden de héroes. Genial ironía. Un abrazo.
jajaja
Cómo se despojan los honores con el tiempo. La maldita peste de palomas, esas condenadas desde hace rato están confabulando también contra los de carne y hueso. ¿Cuándo actuarán con vigor?...qué miedo no saber.
Un abrazo,
Jéssica.
Hay que admitir que determinadas estatutas.. son feas.. de narices..
Un saludo..
Ironías de la vida, buena perspectiva
tu mirada.
Un abrazo
no queda de mas echar una mirada a nuestras cabezas. nunca se sabe
Hola, que triste realidad, siempre terminan asi las estatuas. Besos, cuidate.
La gloria siempre tiene esas cosas, luces e inmundicias que la rozan. Es preferible ser un humilde mortal que una estatua embadurnada :)
Carlos, una reverencia a tu perfecta síntesis.
Besos.
Muy irónico tu poema...
Muchos héroes olvidados y otros inmortalizados en bronce, que tal vez no lo eran tanto..por eso las palomas encuentran alivio en su cabeza..
besos mediterráneos.
PD:perdón por mi tardanza...
Una forma dura de ver la realidad... pero, se puede ver el lado bueno, y aceptar el homenaje de las palomas, sus últimas compañeras.
Saludos.
Publicar un comentario