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No era aún mayor de edad, pero ya se había bebido la vida en los licores más gratos y amargos: la poesía, el teatro, el amor y lo duro de un país reventado por el expolio, las desigualdades sociales, el despotismo del capital , los detentadores del poder, y la angustia diaria de querer un país mejor, mientras los déspotas desataban, como en el poema de Vallejo "los heraldos de la muerte" .
Esa lucha sin pausa en colectivos, asociaciones de carácter civil o cultural por el respeto a la vida. Era aún un pelao, y tenía espíritu de grande de sabio de la tribu, con su gorra negra desleída, y su mochila con esa pátina que da el color del tiempo, la del uso y el abuso, cuajada de poemas que ni siquiera me enteré, a pesar que estuvo con sus hermanas en Gestus-teatro, el grupo que dirijo, y asistía a las tertulias de TRas las huellas del poema, el espacio creado hace tantos años, para soñar con el verso. De no ser por sus cercanos, su poesía se hubiera perdido.
Pero ahí, estaba Javier Quintero, el pintor que inmortalizó EDson Velandia en su primer CD, El Sietemanes, íntimo de la familia de Mario Andrés González Sandoval, para que recogiera sus poemas escritos en pedazos de papel, que guardaba en su mochila, como fragmentos de recuerdos, que inconscientemente dejaba allí, para que a su muerte, a través de su poética se pudiera recuperar su real imagen, la que no se veía en vida: su alma, su esencia.
Un 31 de julio, en una misión humanitaria por los lados del valle del Río Cimitarra, en el sur de Bolívar, el río se lo tragó. Cinco años de su ausencia, pero no de su esencia que ha quedado registrada en su poemario póstumo Del mar y del río: la vigencia de los sueños, los dioses de la vendimia., el cual, por deferencia de Rocío González, su hermana, y actriz de Gestus-teatro, tuve el honor de prologar. Este libro es el rostro de Mario Andrés, ahí están sus sueños, sus dolores, sus pasiones. Estos poemas son su mirada, su cara de niño precoz, que se fue antes del momento de gritar como en uno de sus poemas "preparen ahora los cantos/ que renace ya la aurora".
Muestra Poética de Mario Andréz González Sandoval
Prometeo
Estoy encandenado
tras la gruta del encierro
donde los dioses condenan
mi pequeño mundo
soy un niño frente al mostrador
sediento de la nueva luz,
del nuevo pan
del nuevo elíxir
estoy preso en mis montañas
preso de vista,
preso de silencio,
mi memoria está presa también.
11 comentarios:
Ojos del desierto
Malditas las arenas
Que tapan las pupilas
Dónde están esos dioses que condenan
O mejor dónde están los hombres
Que inventan esos dioses
Ya niño…
…ya no hay cadenas
Ahora eres nueva luz
Nuevo pan
El elixir que sembrará la tierra
Con tu memoria liberada.
Besos y amor
sedemiuqse
Conocí a "mayito" en Kussy-Huayra de los lados del CEDECO, y pineso que la vida es una mierda, al habérselo llevado.
No lo conocia y me gusta lo que nos muestras de él, gracias
Un besito Rosario
Lástima no haber compartido más tiempo con Mayito, no le gustaba que le dijera así: "Mayito".
No lo conocia Carlos y me encanto, espero estes disfrutando de este fin de semana besitoss
voy a leerlo, si tú lo recomiendas ha de ser delicioso
Hermoso poema, sin duda estaba encadenado a su destino, Ser alado para brillar con las estrellas!!!
Hermoso prologo amigo!
Un abrazo
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(/(_?_)\)
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(/_)^(_ )~
EXELENTE ENTRADA AMIGO CARLOS, TE DEJO UN SALUDO Y QUE TENGAS UN BUEN DOMINGOO
Bellísimo.
que nos tomecomo una excusa el acto de reunirnos para estar inmersos en su memoria. ese su legado y los poemas y las canciones espontaneas que surgen en la magia de la tarima de kussy huayra desafiando los colores verdes
Hola. Quisiera saber si aún es posible conseguir el libro de poemas de Mario.
Gracias.
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