Se encontraron en tiempos de los buenos presagios. La luna henchida en las noches, entibiaba sus cuerpos ofrendados en el ritual de la boca que se afana en besos, y los nervios enfebrecidos buscan la piel del otro para sentirse vivos. Sabían que se necesitaban, y esperaban con ansiedad a que llegara la noche, después de la dura jornada diaria del trabajo, para contarse sus angustias, y entregarse fieros a las querencias, con la promesa siempre en la boca del no olvido.
Era un amor de raices perennes. Eso pensaban, blindado contra las borrascas y las tormentas, y tomaron el camino sin miedo a tropezar, por la ruta de los senderos bifurcados, y en la niebla de las malquistancias a las que no escapa amor ninguno, se separaron supurando dolor. Pero, los sentimientos pervivían, no habían muerto. Eran una herida abierta, y no bastaban los besos de otras bocas para cerrarla, ahora que cada uno, en las antípodas, buscaba el olvido del otro.
Estaba escrito en los viejos pergaminos druidas y celtas que el sendero de las bifurcaciones se haría un solo camino para que volvieran a encontrarse y juntaran sus voluntades como en la canción de Urraza :
Las penas serán de dos
las alegrías también
qué dificil caminar
por estos caminos solos.
Y ahora al reencontrarse, tras un largo trecho de soles y lunas caminados con espinas y rosas, han madurado el sueño de sus desvelos: el niño tierno y dulce, calor de sus afectos: su primer hijo. Eder y Janeth: llegó quien llevará su sangre.
2 comentarios:
Bien por ese bebé, que ya era hora de afianzar la relación. Ese niño les va a traer felicidad.
hubo una tarde pereira, en esa ciudad cansina azotada por la humedad y el bochorno, en donde se hicieron los pactos,si en mompox en donde segun gabo, Bolivar presintio mas cercana la hora de su muerte.En esa ciudad en donde se reza en una calle y en la otra se azotan los cuerpos en busca de calores, bailando cuerpo contra cuerpo al son de una salsa de fruko y sus tesos. Gracias , pereira por se comentario para yanet y mio.
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