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martes, 4 de diciembre de 2007

Caja china

En el sueño ella observa desde afuera, através del cristal de la ventana, lo que ocurre en el cuarto. Adentro se ve ella misma con un hombre que está de espaldas, y acaban de hacer el amor. Ella le da un beso. Se levanta y va al baño, acomodándose en el bidet, para que el agua fresca fluya en la caverna de su sexo. El hombre, mientras tanto, tira con los pies una vieja silla donde cuelga su ropa. Del pantalón saca una cuerda de nylon y la tensa por las puntas, probando su resistencia. Ella, la mujer que observa, cree adivinar que es su amante. Pero al erguirse revela el rostro empalidecido de su marido, que avanza con sigilo al baño donde está ella: la misma mujer que observa, la misma mujer que sueña. La que observa hace esfuerzos desesperados por llamar la atención de la que está en el baño , pero la voz se le hace un nudo en lña garganta, cuando intenta gritar, y las manos se le vuelven algodones, al golpear el cristal de la ventana, para advertirla. Y la que sueña, lucha por despertarse y salir de la pesadilla para salvar de la muerte a la del baño, que es salvarse así misma, pero no puede. Su cuerpo se ha petrificado, por el terror que le causa saber que la van a matar, y le angustia saber que no puede hacer nada. Pero al fin despierta, cuando siente unas manos que la zarandean y la estremecen. Son las de su marido. Qué pesadilla, mujer!, y ella fija sus ojos en el rostro de cera de su esposo. ¿Qué soñabas? ! Que me ibas matar! Le dijo colérica. Él la observa desde su palidez de cirio. Qué cosas se te ocurren, ríe sarcástico. Se levanta de la cama, y sale del cuarto, riéndose aún. Y, es cuando la mujer ve tirada en el suelo la cuerda de nylon conque su marido iba a degollarla en el sueño.