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martes, 12 de marzo de 2024

Claroscuro

 



Imagen intervenida


Miro las cabriolas del tiempo,
andando y desandando
y se instala en el pasado, 
en algún mueble que aún no
condenamos al cuarto de rebrujo; 
en la ventana donde se apostaba ella,

como en el nicho de un altar

para darnos el furtivo beso; 
en la casa vieja de cuartos espaciosos, 
donde alguna vez,
nos desnudamos urgidos de deseo, 
y supimos por primera vez

de aquel amor venéreo,

que ahora,

después de tanto tiempo transcurrido,

cuando nos tropezamos por ahí

me miras y te sonrojas

como si se repitiera

aquella vez de la entrega



miércoles, 28 de febrero de 2024

DESANDE

 







Foto intervenida


Sin la memoria sería un desperdicio

el tiempo.

Se guarda el tiempo para sentir qué se es,

 que se será,

en la grandeza filosófica de la vida

no importa si equívoca o inequívocamente,

al fin se es de ambas maneras,

pero más digna y humana la primera;

para tomar una actitud deontológica

-de corrección- frente a la vida, la segunda.

Y es la  manera única de sentir su paso,

advirtiendo el paso del tiempo

en el yerro que humilla y denigra,

en el avance que planta huella fósil

en el camino de vida;

en los labios que muerden la espuma

del beso cuando se extrañan;

en la lágrima que desflora en llanto,

cuando se acaba el amor,

o nos sobrecoge la muerte.

No siempre la memoria nos favorece,

el tiempo nos juega pasadas,

no anda siempre con un libro de moral

en la mano,

hay que estar despiertos para no rodar,

y juntar oportunos las manos

a otras manos para no tropezar,

pero puede también ese otro,

el otro arribista,

el que nos deshumaniza,

y rodamos,

intencionalmente

queremos olvidar el tiempo,

no reparar,

no reponer,

no volver

a trepar los peldaños que dignifican,

menos,

medir las horas que convocan

en el bien hacer de todos,

en el amor de todos

en el amor de él,

en el amor por vos,

en el amor por ellos,

en el amor por otros.

Qué vuelvan las lágrimas

aquellas que recuerdan

los tiempos del abrazo,

el beso que en susurro mastica

sentimientos de amor,

en una balada de versos

bajo la lluvia del regreso.

 

 

sábado, 17 de febrero de 2024

A ella


*Foto intervenida



A ella le gustaban los amaneceres
asomada a la ventana
por la brisa que le aireaba el rostro
y le levantaba el pelo como
fuga de mariposas angelizadas.
A ella le gustaba caminar por las calles
viejas de la ciudad 
donde presentía fantasmas
de amores inconclusos
y una lágrima íngrima,
rodaba por su cara,
dulce y tierna.
A ella le gustaba que le dejara versos
en las servilletas de los restaurantes
que con la complicidad del camarero,
rescataba del olvido.
A ella la enternecía Serrat,
cantando Penélope en los días
de ausencia.
Quizás aún me espere,
mientras desteje su último abrigo,
a la sombra de la casa solariega


jueves, 1 de febrero de 2024

LA DEL PANTIE ROJO

 


No hay ninguna descripción de la foto disponible.


Sé que aquella vez que la viste rondando por el bar, como una mariposa buscando la luz de la noche, no te buscaba a ti. Se sentó a tu lado en la barra, al fin cansada de esperar a otro, y pidió que le regalaras una cerveza, con la más sana naturalidad, que no pusiste objeción alguna. Reparaste en ella, como a la tercera cerveza, cuando estabas a punto de preguntarle a quién esperaba, pero no lo hiciste, porque te fascinaste con sus ojos oscuros y profundos, y su risa silvestre que dejaba ver unos bellos dientes de conejo. Era morena, con la piel de esas mujeres árabes que te encantaban de las películas de beduinos.

Esa noche te embriagaste a más no poder con ella, y despejaste la duda de que fuera una buscona, porque pidió varias rondas de cerveza, mientras como un chimbilay, fumaba a hurtadillas en el baño, cigarrillos de marihuana. Sentiste ganas de besarla, cuando al canto de los gallos viste humedecerse sus labios violáceos.

Después, todo fue niebla: un interregno oscuro, y de repente levantaste la cabeza, y te viste desnudo, en la cama de un motel, pero ella no estaba. Sólo un pantie rojo de lunares amarillos, tirado en la baldosa del piso del motel, te recordaba que no todo había sido un sueño.


Foto tomada de la web.


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miércoles, 24 de enero de 2024

SUEÑOS DE ÍTACA

 




Foto de internet



Sé que estará ahí,

como Penélope a la vuelta de Ulises a Ítaca,

tejiendo y destejiendo chalecos

en el tiempo de la espera.

Cuando arribe a sus playas,

el viento

le alzará las faldas,

como una bandera que desnuda el asta de su

cuerpo.

Y encallaré

por siempre la barca en la arena,

al primer beso del regreso

 

 


jueves, 11 de enero de 2024

LUNA DE ENERO

 










Foto propia





Luna de enero
abriendo los caminos de la noche;
los habitantes de la calle te esperan,
amiga de locos amantes,
sobrevientes de la matanza,
espantando las zozobras
en sus humedades de piel y alma,
en un magro cuartito azul
de un segundo piso de motel;
de la puta de la esquina,
que te reclama con fe,
desde la gélida brisa
un hombre,
que compre su cuerpo y su noche.
Del borracho que ahoga
en el bar una pena de amor,
y sale a dialogar contigo ,
mientras orina tras un poste,
su amargura.
Luna de enero,
ilumina la noche de los huyentes
para que no puedan más
los asesinos.

viernes, 22 de diciembre de 2023