SIEMBRA
La flor desmayó
sus pétalos,
y en el púrpura de su sangre,
goteando la tierra
crecieron flores de libertad
viernes, 30 de mayo de 2008
LA SOMBRA
Sintió un escalofrío que le recorrió el bajo vientre y la entrepierna, cuando entró al callejón lodoso de luces mortecinas, y una sombra se proyectó a su lado. "Es mi sombra", y siguió adelante, en el mismo instante, en que la sombra levantaba el puñal.
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domingo, 25 de mayo de 2008
Desde los afectos
Hubiera querido estar en la tertulia literaria de este 23 de mayo, en el entrañable café Kussy-Huayra, pero por chequeos médicos forzosos en relación a la dolencia que me mantuvo por unas semanas en cuidados clínicos, no pude compartir con ustedes que han estado siempre con la causa del arte y la literatura por la apertura del pensamiento: Oscar Delgado, Didier, Larry, Raúl, Alfredo, Remolina, Eder, Freddy, Edson, y la incondicional familia González (Magda, Rocío, Clara, Amparo, doña Bárbara y Helberth ), este convite con la palabra hecha verso y canción.
Desde el corazón, gracias por memorar mi labor sin pausa con la causa de la escritura literaria y el teatro. Eso demuestra, no sólo querencia y signos de amistad indeclinables, sino que se han abiertos senderos para estimular la insurgencia de la palabra desde el imaginario creativo, en la enseña del poema de Machado: "caminante no hay caminos/ se hace camino al andar", y hemos andado. Con mi afecto, y devoción por ustedes, estos versos prestados de Alberto Cortez:
Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad
pero jamás puede con él
la más tremenda tempestad
porque ese barco de papel
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel
un corazón.
domingo, 18 de mayo de 2008
Tras el cine: Perro come perro
El cine colombiano corre por un buen momento. Lo dicen su aceptación en festivales de prestigio, y la audiencia nacional e internacional a sus películas. Por ello no extraña que una película, Perro come perro, ópera prima del cineasta caleño, Carlos Moreno, sea aceptada en un festival de cine independiente como el Sundance, que creara el actor y director, Robert Redford.
La metáfora del perro, parece estar de moda. Iñárruti, el director mejicano, la echó a rodar con Amores perros. Naturalmente, no quiere decir que la película del colombiano Moreno, sea una especie de copia de la cinta del mejicano. No de ningún modo. Es una cinta con una estructura propia: una narración de suspenso lineal, donde hay tiempo para la acción, y espacio para perfilar la personalidad del sicario, la del capo, y la de un país donde matar se convirtió en una profesión como la del maestro, oficinista, heladero, o gerente de una empresa. No es exageración si se habla de la aceptación social de este oficio de matar, en un país como Colombia, donde bien cabría la ranchera aquella de "la vida no vale nada"
El perro como se observa, últimamente, da para categorizar el comportamiento humano en un amplio espectro. A un tipo mujeriego o que le pone los cacho a su mujer, se le califica como un man muy perro, y si se trata de señalar a alguien listo y sagaz, la expresión es que fulano es un perro, pero con Perro come perro, se echa por tierra la sentencia tradicional de que perro no come perro. El más duro no es invencible, por eso un perro, y más cuando media un interés económico, por más bravo que sólo el otro perro, se busca la manera de darle un tarascazo certero, para ponerlo fuera de circulación.
En Perro come perro, el protagonista, no es alguno de los personajes que mueven la historia. El protagonista, es la mima violencia, el estado demencial del crimen, que se trasluce en el capo ejerciendo retaliaciones, y en los matones, que con una sangre fría, llegan hasta el extremo de emplear la fatídica motosierra.
Oscar Borda y Marlon Moreno (obtuvo el premio al mejor actor en el Sundance), dos sicarios al acecho, temiendo el uno del otro, a pesar que tienen una misma tarea. La ambición por unos dólares que mueven la historia, desatarán la más encarnizada de las guerras: el capo contra los mellizos que, tienen los dólares, y contra el sicario Peñaranda (Marlon Moreno), que se sospecha se quedó con la plata. En la metáfora, unos perros contra otros perros. Aquí no basta ser capo. No hay nada seguro contra la muerte. Ni las contras a que acuden los supersticiosas para eludir la muerte.
Una película con parlamentos medidos: dice lo que tiene que decir. Ahorro de palabras, para que hablen las imágenes, y especialmente los gestos. Es una película con lenguaje icónico-gestual. por eso los planes de detalle, o los primerísimos planos, en las escenas de los sicarios al acecho en un sórdido hotel de Cali, y de planos abiertos en las escenas en la muerte del capó. Brujería y superstición son otros de los elementos que campean en la cinta de Moreno. En definitiva una película que se atrave a hablar cinematográficamente de la violencia narco, a través de dos matones despiadados y sin alma, y un capo aún más cruel, que en la metáfora aplican el perro si come perro.
lunes, 12 de mayo de 2008
ESCUELA MARIO GONZÁLEZ, Y SU PROYECTO LÚDICO DE ARTES INTEGRADAS PARA NIÑOS DESPLAZADOS Y DE BARRIOS POPULARES DE PIEDECUESTA
En un país como Colombia donde la violencia intrafamiliar repercute mayormente en los niños, donde son los pequeños los que menos espacios de diversión y recreación tienen, y se ven - prácticamente - forzados a someterse al encierro en sus casas, en el tiempo libre, frente a una televisión que no les habla ni les programa en las expectativas de su imaginario de infantes.
Lamentablemente, en Colombia, el esparcimiento y el solaz dirigido a los niños no existe. Quien opine lo contrario es un falaz, como el bolero de Andrea Echeverry. Los niños son invisibles para el Estado, el sector privado, y los programadores de los medios electrónicos. Más cuando imperan los intereses neoliberales, que han dejado el lado humano en todo proyectro, y lo observan desde la óptica rastarera de su naturaleza productiva y rendimiento del capital.
En lo anterior - a pesar de que se puede pensar que una golondrina no hace verano - es bueno destacar que sean organizaciones populares, las que se preocupen por los menesteres recreativos de los niños, en un país de indolencias. Esa preocupación la tiene la Escuela de Artes y Desarrollo Humano Mario González, que funciona en Piedecuesta, hace más de tres años. Este 2008, puso en marcha el proyecto Niños y niñas desplazados...con tiempo y con historia, con el apoyo y confinanciación del Ministerio de Cultura. Un proyecto, enteramente lúdico, para ochenta niños y niñas de barrios desplazados y populares del municipio de Piedecuesta (Los Cisnes, Barroblanco, Cabecera del Llano, Hoyogrande y San silvestre); un proyecto integral que reúne música, teatro, plástica y danzas, pensando en la idea del artista completo y global.
En buena hora, este proyecto lo coordina el maestro y compositor, Edson Velandia, que ya tuvo una experiencia grata de sacar adelante el proyecto pedagógico de Sócrates, con los niños y niñas del colegio La Ronda, que desembocó en la grabación de un CD, cantado por estos escolares, con canciones infantiles (rondas, nanas, canciones de cuna), compuestas por Velandia. Por ello, sin duda alguna, este proyecto que también remata en un disco, interpretado por estos niños vulnerables, a los cuales la vida no les ha sonreído, culminará felizmente.
Por ser un proyecto que integra disciplinas del arte, la tarea de maestros como Antonio Cáceres desde el teatro, Jhon Cañón desde la música, Neryth Yamile Manrique, desde las Artes plásticas y Wilmar Velandia, en el aporte de las danzas, es decisiva para la propuesta pedagógica de formar en lo niños un espíritu de artistas integrales. He estado por ahí, observando el desarrollo de los talleres, y he visto la cara de felicidad de unos niños, que al menos con las artes, vienen aprendiendo, que también tienen derecho al goce creativo.
Renacer
Mira el sol
con espíritu de heliotropo,
que hoy te has puesto
la cara dominguera
con espíritu de heliotropo,
que hoy te has puesto
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domingo, 11 de mayo de 2008
EL ESPECTADOR, LA OTRA OPINIÓN, VUELVE A SER DIARIO
El periodismo tiene una regla de oro: la independencia y la objetividad. El periodismo no puede observar los hechos de manera sesgada, pues deja de serlo, y se convierte en aúlico y es lo que viene pasando, últimamente, con los medios escritos y electrónicos en Colombia, que han roto la regla de observar la realidad -y en especial el comportamiento del gobierno- desde la emancipación y la imparcialidad periodística. Periodistas y medios, se han dejado seducir por los cantos de sirena de una administración que sabe mover sus fichas para ganarse con dádivas, canonjías, burocracia o por otros medios tenebrosos, la aceptación.
Sin embargo, un periódico que se ha mantenido fiel a la regla de oro del periodismo, ha sido EL Espectador, sobreviente de los atentados en los duros momentos de la era de la violencia política colombiana, de los terribles episodios de un narcatráfico poniendo bombas a diestra y siniestra, del desafecto de los gobiernos, extralimitados en el ejercicio de la fuerza, y finalmente de los embates económicos, que lo llevaron a dejar de circular diariamente, para aparecer los domingos como semanario. Aferrado a los principios trazados -desde su fundación- por don Fidel Cano, El Espectador, prácticamente, ha sobrevido después de los avatares, que han pugnado en su historia periodística, por ponerlo fuera de circulación.
Reconforta, entonces que, ante el sinnúmero de dificultades padecidas por El Espectador, vuelva a circular como diario, y completamente remozado, luciendo nuevo look: del formato tradicional, pasa al tamaño tabloide, tipo periódico europeo, con mayor espacio que el tabloide normal, y más práctico y fácil para leerlo.
Mantiene en su sección de opinión a columnistas de la estatura de Alfredo Molano, sociólogo, que recalara en el periodismo con una visión sustantiva de los problemas sociopolíticos como la colonización, la siembra de la coca, entre otros, Jorge Bejarano, aguerrido liberal, crítico del gobierno; Felipe Zuleta, periodista que ve el oficio desde un juicio de fortalezas y debilidades del ejercicio del poder, y otras voces de derecha e izquierda, para que la opinión obre en los criterios de este medio: diversa y varia.
Lo relevante, es que vuelve El Espectador como diario, para ser la otra cara de la opinión, fente a un periodismo que dejó de serlo, porque no habla desde los criterios de la independencia y la imparcialidad, sino desde los interees del gobierno, que debería ser el objeto de sus juicios y sus críticas objetivas. Bienvenido El Espectador diario.
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