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miércoles, 4 de septiembre de 2024

El hombre del terno blanco





Lo vio venir por la misma acera, donde ella disimulaba esperar el taxi. Tenía la figura como le habían dicho del típico mujeriego avejentado, pero bien vestido de pies a cabeza. A lo Rubirosa, lentes oscuros y terno blanco de lino, para apaciguar el calor de la isla, entraba al bar donde quienes lo conocían, le habían dicho que era infaltable, porque allí espigaban las mujeres más bonitas y de mundo, se echaba la suerte en el póker, y se bebían los mejores rones del Caribe, cosas que le encantaban porque eran su espacio de vida. Eso sí, nadie supo decirle, cómo un extraño a esta tierra (no sabían de donde venía exactamente), había logrado echar raíces en la isla, cuyos naturales eran pocos afables, y dados a soslayar la amistad, con la gente de afuera.

No acababa de entrar el hombre del terno al bar, y sentarse en la barra, cuando la mujer se sentó a su lado. Era una morena alta, de pelo ensortijado, de ojos verdes que contrastaban con su piel. Él pidió un ron en vaso grande, sin reparar en la mujer. Cuando terminó de bebérselo de un solo golpe, fue que vio a la mujer y se quitó los lentes, "tiene mis ojos", pensó ella."tiene mis ojos" pensó él, y le brindó con la galantería que lo caracterizaba, un ron. Ella, no lo rechazó, y no podía dar crédito mientras se lo tomaba a sorbos, que ese hombre tan amable, fuera aquel que su madre (a la que le gustaban las parrandas) conoció en una de las casetas, bailaderos de salsa, cuando trajeron una noche a la Fania All Star, cantando Héctor Lavoe, la canción aquella de "ella va triste y vacia/ llorando una traición con amargura /por aquel que le decía/ que era su amor y su locura" , como una canción premonitoria de la que sería en adelante su desgracia: se enamoraría locamente de ese hombre al que en sus noches de borrachera y despecho, llamaba "mi gatico ojos de mar, por qué me dejaste como un barco a la deriva" y se echaba a llorar como una Magdalena inconsolable, y le contaba, "hija, aún no habías nacido, estaba embarazada de él, venías en camino, y ya se había bebido y gastado en las mujeres más bellas de Alto Prado de Barranquilla- putas al fin-, la mitad de mi fortuna. Y cuando te tuve, ni siquiera se dignó visitarme en la clínica. Prefirió jugarse los restos de las tarjetas de crédito que no alcancé a cancelarlas, en los putiaderos de la Zona Murillo, y así como llegó a mi vida, anónimo y sin patria, se largó, dejándome con esta pena de quererlo que no se acaba."

Recordaba la mujer, y era lo que más le dolía, que su madre había tratado de suicidarse con barbitúricos, que un médico amigo, le proporcionaba para paliar la pena por el abandono, en que la había dejado su gatito ojos de mar. Entonces le entró el encono de nuevo por ese hombre que tenía al frente, y que debía ser su padre. Así, que le soltó la pregunta:

- ¿Vivió con Maria Fernanda Troncoso, hace como 18 años en Barranquilla?- Al hombre del terno blanco le cambió el color de los ojos, y ella, lo vio viejo, disminuido, cuando le confirmó en un susurro, que sí era el que había vivido con María Fernanda Troncoso, en Barranquilla. Entonces, apretó la pistola que llevaba llevaba en la pretina de su bluyín. Pero el hombre era un despojo. Sembrado ahí en la silla de la barra, como si el recuerdo lo hubiera envejecido más, y puesto en un desamparo, del cual intuía que ya no le quedaba sino la muerte; y ella sintió un estremecimiento interior fuerte al ver la figura del hombre, transformada en un guiñapo. Y no tuvo más remedio que levantarse y caminar hacia la puerta, mientras él le preguntaba:

-¿ Y quién es usted?-
-Su hija. He recorrido el mundo entero, buscándolo para matarlo y ahora, no puedo...no puedo- y se levantó dejando la pistola sobre la barra, inválida como un pez a la deriva de la playa, mientras él atónito la veía alejarse entre  muermos y llanto.

Todas las reacciones

27 comentarios:

Citu dijo...

Me gusto el relato . La vida se encarga de dar a cada uno su castigo. Te mando un beso

Joaquín Galán dijo...

La vida nunvca perdona y siempre vuelve de una forma o de otra para vengarse. Excelente relato, Carlos, con un final sensato pero quizás el más inteligente: de haberlo matado, habría arruinado también la vida de la hija.
Un abrazo

Alfred dijo...

Matarlo no cambiaba nada, el mal estaba hecho y su hija lo menosprecia, al no darle el final imaginado.

Un abrazo.

Conchi dijo...

Me queda una duda ¿Que pasaría con el revólver que la hija dejó sobre el mostrador?. Muy bueno tu relato Carlos.

Abrazos.

mariarosa dijo...

Que buena historia.
Hizo bien la muchacha al no matarlo, no valía la pena arruinar su vida por un guiñapo del diablo. Solo, va a tener su castigo.
Aplausos Carlos, es la vida real que se refleja en tu relato.

mariarosa

Cabrónidas dijo...

La muerte habría supuesto una liberación. Ella lo condena a la vida, que es peor.

lichazul dijo...

Historias y hechos suelen ser complejos, espejos del diseñador universal
Saludos 👍 y gracias por tu comentario
Buen fin de semana

Solo Yo dijo...

el karma

Macondo dijo...

Magnífico relato. Me ha encantado. Felicidades.
Un abrazo.

São dijo...

A Lei de Retorno existe e funciona.

Por isso, não vale a pena a vingança.

Beso, buen finde.

inma dijo...

Hola Carlos, he intentado acceder a tu blog desde tu nombre en mi pagina de comentarios pero era imposible, me lleva a un perfil con tu nombre pero vacío sin la dirección de la tu blog, el cual he encontrado a través del buscador en google. Un abrazo

Majo Dutra dijo...

Una excelente historia, amigo Carlos.
Él merecía vivir 100 años, decrépito y solo...
Sería bueno que todos los de esta especie tuvieran o nesmo destino...
Buenos y felices días. Un abrazo.
~~~~~~~~

Carlos augusto pereyra martinez dijo...

Gracias por esa búsqueda. Un abrazo

Graça Pires dijo...

Muito bem contada esta história igual a tantas que acontecem a mulheres que não têm prudência nos seus actos .A vingança nada resolvia.
Tudo de bom.
Um beijo.

carlos perrotti dijo...

Gran historia, gran argumento quiero decir, para una historia de película por ejemplo, despuntan en ella todos los elementos necesarios para una narración dramática. Te felicito, Tocayo.

Ana Mª Ferrin dijo...

Bien por Colombia, Carlos.
Cuatro datos.
Y ahí queda el boceto esperando al escritor que lo transforme en un guion.

Majo Dutra dijo...

Espero que estés bien...
Que tengas un excelente fin de semana. Abrazo
~~~~~~~~~~~~

Luiz Gomes dijo...

Boa tarde de sexta-feira e aproveito para desejar um excelente final de semana. Obrigado por suas palavras, meu querido amigo Carlos. Obrigado por dividir essa história, conosco. Grande abraço carioca.

Mari Carmen dijo...

El tiempo suele poner a cada uno en su sitio.
Enhorabuena por tan buen relato.
Un abrazo.

lanochedemedianoche dijo...

Qué buena historia, cuantas de ojos verdes van por el mundo buscando una semejanza. Ahora ella se sentó dolida, y quiso humillarlo, matarlo, al ver su estado el dolor de sentirlo padre le dejo sin palabras, sin sentido para matarlo, salió justo a tiempo de ese bar, para no llora frente a quien nunca vio antes hasta ese día. Me encanto excelente.
Abrazo

El Sentir del Poeta dijo...

Querido Carlos, una historia conmovedora, muy bien actuó ella, para que matarlo si ya estaba muerto en vida, uno cosecha lo que siembra.
Es una delicia leerte querido amigo, eres muy bueno escribiendo
Cariños y besos , que tengas un maravilloso día

Mara dijo...

Hermosa historia, Carlos. Hay demasiados hijos e hijas sin padre conocido. Por lo menos ela tuvo el consuelo de conocerlo. Un abrazo.

José A. García dijo...

Esa noche, sin dudas, acabó suicidándose.

Saludos,
J.

Vivir y dejar Vivir...Liz dijo...

Querido amigo, una historia muy bien redactada, y muchas historias así son reales.
Ella actuó bien, para que matarlo si el ya le había quitado una parte de su vida, no quise perderse en ese mundo de asesinos.
Pienso que saldo su deuda con la vida.
Abrazos y te dejo un besito, que tengas un precioso fin de semana

Verónica Calvo dijo...

Qué buen relato,.
Dejó que viviera para que viva el resto en su propia condena.

Abrazo, Carlos.

Laura. M dijo...

Gran relato y triste historia. Mejor dejarlo vivir ahora que sabía quien era, usaría él la pistola?
Buen septiembre y domingo Carlos.
Un abrazo.

Klaudia Zuberska dijo...

This is an amazing story, thank you for sharing it with us. We can learn about it!