La luna se tiñe de rojo,
y sus ojos hoquedad de sombras.
Tiemblan las hojas del almendro,
en la brisa fina y fría
que agazapa sus zarpas en la penumbra.
Siento el aterido cuerpo de ella,
juntarse al mío.
La noche enmudece,
en el silencio de estrídulos grillos
y el enigmático canto de las lechuzas.
Noche de piedra,
fosilizando fuentes que eran canto y pentagrama
y ríos sembrados de leyendas de mohanes
y hombres caimán.
Hay un sueño de fortines almenados,
con garitas a manera de torreones espigados
hiriendo un cielo cerrado de nubes.
Beso su boca,
con la frialdad de un ritual,
y sueño que sus esperanzas últimas
mueren en el calor que no le dan mis brazos.
20 comentarios:
Desentraño, pues encuentro que debo leer en la cripticidad de los versos, ese país negro nuestro...Un abrazo
Una luna teñida de rojo no augura nada bueno.
Un abrazo.
Pienso, que la historia puede convertirse en trágica para esa mujer.
Un abrazo, apreciado Carlos
QUÉ GESTA DE TEXTO. ME TRAMA!!!
UN ABRAZO
Carlos,me encantan este tipo de relatos tan enigmáticos y crípticos.Cuidado con esos besos gélidos.....
Besos cálidos.
Carlos, he reconocido este poema en un escalofrío denso y hasta salvaje, ha sido tan sólo un instante en el que la eternidad de un sueño se revuelca ante la tiniebla y augurios enigmáticos.
Me ha parecido fascinante toda esa sensación. Te felicito, además el impacto visual es también poderoso.
Un abrazo enorme.
He sentido en estas letras un lugar muy sombrio ,, tan solo el amor podria iluminarlo.
Bello poema.
abrazos
La esperanza es precisamente lo último que se pierde, perdidas ya no hay nada que hacer.
te deseo una feliz semana.
un abrazo.
Muy buen poema que eriza la piel.¡Excedlentge! Muy buenas imágenes. Un abrazo.
¡¡Bellísimo!! Las metáforas, intimistas, trascienden el espacio para transformarse en imágenes crudas, esas que desenvainan los sueños del pasado.
Un beso gigante, Carlos, es un deleite repasar tus versos.
Tristes y bellos versos. Besos, cuidate amigo.
Misterioso poema donde el sueño y las esperanzas parecen fallecer
Siento el aterido cuerpo de ella,
juntarse al mío.
La noche enmudece,
en el silencio de estrídulos grillos
Un abrazo
Triste, me dejaste helada con el frio que denotan las letras... ese abrazo tibio que no calienta... ese beso sin pasión... por inercia...
Precioso como siempre, Carlos.
Beso.
comparto lo que dijo Verónica.
El silencio se escucha con tus maravillosas letras, Carlos.
Un beso.
Carlos: Un conjuntos de versos de encadenamiento enigmatico, profundo, cual si fuera un fragmento de Edgar Allan Poe.
Estupendo.
Felicidades.
Abrazos.
me gusto, sobre todo las últimas 5 líneas.
Me gusta el ambiente que has creado, me guía a interpretar que tus letras hablan de instinto y de posesión forzada... tu relato estremece.
Saludos
gotico
Todo un paisaje conocible, eso sí, pocos son los afortunados de crecer con el Mohán y el hombre caimán.
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