A quién no le gusta el bolero, así tenga otras preferencias, no sólo por caribeño, sino porque tiene una particularidad muy significativa: toma el amor por todas sus puntas y aristas. De ahí, que no sea extraño que Andrea Echeverry, toda ella roquera, con sus Aterciopelados, haya compuesto Bolero falaz; que Pedro Almodóvar, haya incluído en Tacones lejanos, ese Piensa en mí, bolero contundente, que le da mayor vigor a la temática de la película, donde abundan las penas de amor.
Cien años del bolero, no pasan impúnemente, por eso Shakira, aspiró a componer, La despedida, para el filme de Newel, sobre la novela del Nobel colombiano, GabrielGarcía Márquez, El amor en los tiempos del cólera, y el Mapfre Hay Festival de Cartagena de Indias, que se realiza por estos días, y ha convocado a más de sesenta escritores y artistas, incluyó un espacio de apertura con Serrat y Sabina, para hablar de boleros y literatura, y qué mejor que dos cantautores, como Serrat y Sabina, que han vivido la vida desde lo existencial, y que no han prejuiciado los sentimientos, para hablar del bolero.
Serrat, entiende el bolero desde lo vital, lo interpreta como "una música cantinera que pasa a ser de serenata...", capaz de sacar del alma desengaños, como el clásico Perfidia de Alfonso Esparza, en aquellos versos de para qué quiero otros besos/ si tus labios no me quieren ya besar.
Sabina, metiendo bazas en el asunto, aborda el bolero desde el amor, "...las mejores canciones de amor son completamente aboleradas". En eso estoy de acuerdo, qué mejor que el bolero para cantarle a una mujer, lo que uno siente por ella. Ahí están, Tres palabras, de Oswaldo Ferrés, para confirmarlo: Oye la confesión de mis secretos;/Nace de un corazón que está desierto,/ con tres palabras te diré todas mis cosas,/cosas del corazón que son preciosas. Pero, cito a Sabina "los boleros son...hermosos y cursis. Los mejores poetas les tienen envidia a los boleristas porque estos no tienen miedo a sacar las lágrimas", y tiene razón, porque qué más poético, pero propio para un mercado de lágrimas que el bolero de Rafael Hernández, con su Corazón no llores : qué le vamos a hacer, /si el destino se opone imposible volver. / si el rosal no está muerto ni las flores marchitas están / si no se abren las puertas de la felicidad, / si la fe no está muerta, algún día volverá.
!Quien no haya cometido el pecado de leso bolero, que tire la primera piedra ¡ Yo no pude sustraerme a su fascinación, y compuse para la obra, Árbol Carnal, de mi grupo Gestus-teatro, este pecadillo:
Hay en el aire
un perfume de rosas abiertas,
es el olor de tu pañuelo
de cuando vienes de tarde en tarde.
un perfume de rosas abiertas,
es el olor de tu pañuelo
de cuando vienes de tarde en tarde.
Hay en el aire un rumor de notas
silenciosas y muy quedas
es la canción de cuando te vas
y no quieres olvido.
!Cómo te quiero!
si eres el aire
!cómo te quiero¡
si eres el agua
!cómo te quiero¡
si lo eres todo.
si eres el aire
!cómo te quiero¡
si eres el agua
!cómo te quiero¡
si lo eres todo.
1 comentario:
sabina ...lo mejor de lo mejor gracias carlos.
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