Cuando vio la mujer de los ojos como lagos profundos, algo le dijo en su interior que ella sería su perdición , y no alcanzó a disipar la sombra del augurio, cuando aferrado en el goce pagano al cuerpo desnudo de la mujer, en su nuca el clic de un revólver engatillado le confirmaba el presagio.
jueves, 30 de agosto de 2007
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