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viernes, 15 de marzo de 2013

Embriaguez


En el altar pongo tu cuerpo húmedo
después de entrar una y mil noches
en tu cava de embriagadores vinos.

sábado, 9 de marzo de 2013

La pesadillla de la Cotton

 Foto: Cuento recreado, para El día internacional de la mujer

Estaban hartas de ese coser y coser, repitiéndose día tras día, noche tras noche, en sus máquinas, como una noria sin frutos ni destino, mientras míster Gootman, engordaba sus cuentas en el banco estatal, y ellas observaban como crecían sus deudas, porque los  salarios eran una ruina. Apiñadas en aquel segundo piso de la fábrica de textiles de la Cotton de Nueva york, un día  juntaron sus conciencias, y decidieron no dar una puntada más, hasta que no les mejoraran los salarios. Corría el año de 1911, y entraba el mes de marzo, cuando las mujeres de la Cotton acordaron parar. Estaban decididas a todo, ya no aguantaban más sus cuerpos, y  las necesidades de sus familias, la explotación a que las sometía míster Gootman. 

Aquel día, el segundo piso de la Cotton, se llenó de un silencio desesperante, que sacó de quicio al empresario, porque al no escuchar el chancleteo de las máquinas de coser, la imagen que se formó, atormentándole la cabeza calenturienta, fue la de  pérdidas enormes. Yo no voy a subirles el salario a esas viejas de mierda, le dijo a uno de los emisarios que le trajo el pliego de peticiones. Deben estar agradecidas de que tengan trabajo. Un escarmiento es lo que les voy a dar, hijas de mala madre. Y, ellas, las obreras de la Cutton, que habían juntado sus esperanzas, en el paro, al tercer día de huelga, se vieron abrasadas por un  fuego infernal, mientras abajo, en un café cercano a la fábrica, míster Gootman, sonriente, miraba la humareda, y se bebía un whisky  con sus compinches


 Estaban hartas de ese coser y coser, repitiéndose día tras día, noche tras noche, en sus máquinas, como una noria sin frutos ni destino, mientras míster Gootman, engordaba sus cuentas en el banco estatal, y ellas observaban como crecían sus deudas, porque los salarios eran una ruina. Apiñadas en aquel segundo piso de la fábrica de textiles de la Cotton de Nueva york, un día juntaron sus conciencias, y decidieron no dar una puntada más, hasta que no les mejoraran los salarios. Corría el año de 1911, y entraba el mes de marzo, cuando las mujeres de la Cotton acordaron parar. Estaban decididas a todo, ya no aguantaban más sus cuerpos, y las necesidades de sus familias, la explotación a que las sometía míster Gootman. 


Aquel día, el segundo piso de la Cotton, se llenó de un silencio desesperante, que sacó de quicio al empresario, porque al no escuchar el chancleteo de las máquinas de coser, la imagen que se formó, atormentándole la cabeza calenturienta, fue la de pérdidas enormes. Yo no voy a subirles el salario a esas viejas de mierda, le dijo a uno de los emisarios que le trajo el pliego de peticiones. Deben estar agradecidas de que tengan trabajo. Un escarmiento es lo que les voy a dar, hijas de mala madre. Y, ellas, las obreras de la Cutton, que habían juntado sus esperanzas, en el paro, al tercer día de huelga, se vieron abrasadas por un fuego infernal, mientras abajo, en un café cercano a la fábrica, míster Gootman, sonriente, miraba la humareda, y se bebía un whisky con sus compinches

domingo, 24 de febrero de 2013

Códices






Estaba escrito en la piedra solar de los viejos caminos,
en los frondosos robles -maderas nobles- que poblaron de muebles
las viejas casas de haciendas y posadas...
Estaba escrito en el halo de soles de canícula
de los tiempos de sequía,
en el anillo de las lunas del término de año
que vendrían tiempos de cepos y grilletes
amarrando el amor, el deseo, 
la libertad, y  el pensamiento.
Se vestirían de cara y  amables gestos,
reirían con simpáticas sonrisas 
y ganarían la confianza de las gentes,
mientras afilaban la falcada del degüello
y de la muerte.
Aún se viven los tiempos del oprobio
pero también estaba escrito en la piedra solar 
y las maderas nobles,
en los arcos del sol y de la luna,
que juntando voluntades (una mano junto a otro mano)
se le ganaría la partida al cerrojo y a la muerte

domingo, 17 de febrero de 2013

Palomas de ternura




Boca amordazada
y el dolor punzante,
espina en una noche sin fronteras.
La burbuja de la luz 
busca una respuesta,
el nervio se agita,
salta el músculo
y el corazón ya no galopa.
Ha detenido su camino
dejando la piel húmeda y cerúlea
y en la mente la imagen última:
el recuerdo del beso de ella
hecho  palomas de ternura.

ABU GHRAIB , pintura del maestro colombiano: Fernando Botero

domingo, 10 de febrero de 2013

Desencanto


Volví después de muchos años, ya de noche.Y Allí estaba la casa y 

el andén, donde de niño me tendía a coger las estrellas en un cielo 

claro e inmenso, pero ya no había estrellas.
 
1

sábado, 2 de febrero de 2013

Lances


Tantas veces se jugó la vida en lances de puñal, en esos bares de mala muerte revenidos de orines y ron de los puertos del Caribe, y no pudo la muerte. Ahora, sólo bastó la traición de una mujer para ponerlo en el borde del abismo.

domingo, 27 de enero de 2013

Postales

         Postales

Foto: POSTALES

Se ha puesto la tarde,
con un sol derretido de ocres y bermejos.
Un saxo a lo lejos
escarba nostalgias,
y uno a uno
como hojas en otoño
van cayendo los recuerdos,
postales sepias que arrugan el alma



Se ha puesto la tarde
con un sol derretido de ocres y bermejos.
Un saxo a lo lejos
escarba nostalgias,
y uno a uno
como hojas en otoño
van cayendo los recuerdos,
postales sepias
que arrugan el alma.