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lunes, 15 de febrero de 2016

La razón del odio (Cuento corto)


La mujer lo vió tras el amplio ventanal de vidrio del bar. Le había llamado la atención, la frase rotunda de alguien adentro, desafiante, todos me valen verga. Era el mismo hombre, que tiempo atrás, con su pinta de actor de cine de Hollywood, le pintó pajaritos de oro, si te casas conmigo, recordó que le dijo, condenándola a la miseria y el fracaso, mientras él, se daba con su fortuna esa vida que tanto le gustaba de putas glamurosas, casinos de lavaderos de narcos, y tragos en los bares más caros de la ciudad portuaria . Ella, hubiera querido que la bala que le destapó los sesos, no hubiera sido para él, de pronto para el barman, o algún desprevenido bebedor, porque ahora muerto, cómo alimentar el odio, si odiarle era la razón de su vida

27 comentarios:

Julio Alcalá Neches dijo...

¡Qué ancha historia, con tan pocas palabras dicha!

mariarosa dijo...


Una historia fuerte y tan real que conmueve. Se repite en todos lados, a veces las mujeres creemos demasiado, vivimos soñando sin poner los pies sobre la tierra. ..mariarosa

Isa dijo...

Hola Carlos. "Ufffffffffffff" un relato fuerte. Ojalá los hombres que matan a sus esposas, novias o compañeras, pensarán igual que la mujer. Así se terminaría tantas mujeres asesinadas.
Mejor odiar toda la vida, que matar.
Una historia dura donde las haya, muy escueta, pero da mucho que pensar.
Saludos y abrazossss

Susana Jiménez Palmera dijo...

¡Qué duro!te llega y te rompe el pecho. Gracias por compartirla. Un abrazo desde Barranquilla.

Sneyder C. dijo...

Pocas palabras para describir la dureza de tu relato...

Un cálido abrazo

María dijo...

Pensaba encontrarme con algún texto de amor, y en cambio, hoy ha sido duro tu texto, amigo Carlos.

Un beso muy grande.

Deray dijo...


Del amor al odio, solo hay un paso. Se puede llegar a odiar tanto o más como se ha amado

Tus letras como la vida misma Carlos, muy duras pero en ocasiones reales

Un beso

Tesa Medina dijo...

Un micro estupendo, como acostumbras, del lado oscuro del corazón.

Pero el odio sólo perjudica al que odia, el objeto del odio sigue haciendo lo mismo sea odiado o no. Por lo que no merece la pena tanta dedicación.

Un beso,

Alondra dijo...

Una historia real y fuerte...
Al final supongo que cada uno tiene lo que merece y ella por fin logrará la paz porque el tiempo todo lo cura.
Un abrazo cálido

AdolfO ReltiH dijo...

UFFFF. TREMENDO RELATO!!!!!!!!
ABRAZOS

Verónica O.M. dijo...

Hay quien sigue odiando a pesar de...
Un abrazo, Carlos

lanochedemedianoche dijo...

El odio no termina con la muerte cuando esa persona sufrió tanto, eso suele pasar. Muy bueno amigo, gracias.
Abrazo

lichazul dijo...

y pensar que esas historias en pleno siglo XXI se siguen repitiendo como si ná
la rueda gira y los hamsters repiten ritos y caídas

Felicidades Carlos por tu relato
abrazos

Recomenzar dijo...

La sombras de la vida siguen aún despues de la muerte
Un abrazo compañero

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Y que triste que eso sucede tantas pero tantas veces...

Vida y Respeto

Isaac

Beatriz Martín dijo...

uuffff que duro HOla Carlos , este... sino perdonas en el fondo ese odio dentro de ti será eterno, un relato que atrapa, un beso amigo desde mi brillo del mar lindas las huellas que me dejas en mi blog de mil gracias !!!!

Rud dijo...

Hola, Carlos
Un cuento corto para reflexionar, ¿acaso el odio es una sana razón para vivir? Sé que este tipo de historias les puede suceder a muchas jóvenes mujeres crédulas. Sería bueno que la sociedad les ayudara a superar.
Feliz semana, un abrazo

lichazul dijo...

mil gracias por todas tus huellas
buena semana
abrazos

MaRía dijo...

Que penas de muertes en vida
y que estúpidas muertes de vidas
Un micro donde el odio descarta hasta el dolor

un beso y buena semana

Boris Estebitan dijo...

Duro relato, ni la muerte liquida al odio.

Teté M. Jorge dijo...

Que paradoxo de vida!
Um beijo, poeta

J@ckie dijo...

Muy fuerte! No se porque me he identificado con esto. Gracias por compartir. bendiciones!

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Muerto el toro terminada la faena, se dice por ahí.

Abrazos.

Jo dijo...

la razón del odio es a veces demasiado pesada... creo que hasta tiene uno que invertir por mucho y acabas mas frutrado. :)

yo digo que hasta la cara nos cambia y se refleja la mala entraña

Mercedes Cardona dijo...

MERCE CARDONA.Dure relato pero muy bueno, me encantan tus escritos. Agradezco tu amable visita Besossssssssssssss

BEATRIZ dijo...

Ay, caray! yo por el contrario, creo que el odio no murió con el pobre diablo. Es una terrible sentencia. ¿Habrá quien odie de tal manera por la banalidad de las ilusiones?

Saludos, Carlos.

dijo...

La frase final, me gusta.
Ay, cuánto daño hace el odio.
Te felicito por este cuento.

Gracias por tu visita y tu amable comentario.
Abrazos para ti.