miércoles, 9 de enero de 2013
Aguadas
Una brisa cálida anuncia la mañana.
El día se despereza,
y sus párpados abiertos se llenan de luz.
Huele a yerbabuena,
escapada de alguna maceta de los patios vastos rodeados de zaguanes dormidos
de las viejas casas que se resisten a caer con su carga de recuerdos,
en estos rincones de historia y antiguallas.
Se huele la mañana en el café bravo
que hierve en la greca grande del bar de la esquina.
Un voceador anuncia los periódicos,
y las calles muerden el bullicio de los carros y sus bocinas vocingleras.
La ciudad se ha abierto al día
con las rutinas del trabajo,
y el bostezo de los desocupados
que juegan en las esquinas de los barrios,
o en los parques,
a matar el ocio con las cartas,
o acaso a echar en el olvido
la dura existencia.
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25 comentarios:
Carlos, me parece estar viendo en esas calles, a esa gente matando el tiempo y el pensamiento de no tener trabajo, en las cartas. Bien lo dices. UN abrazo.
La mañana, vivida de diferentes formas según cada persona. Excelente poema, que deja que viviamos esa bonita mañana, aunque estemos muy lejos de ese lugar.
Besos
Interessante sentir cada palavra narrada por você...
Beijos.
Calles que van dibujando en los rostros sonrisas o amargura, lágrimas o sueños, desesperación o preocupación, gente que deambula por ellas para pasar el tiempo, o que van deprisa porque llegan tarde a sus lugares de trabajo, gente de todo tipo, cada uno con sus circunstancias.
Un beso.
Un aquaforte de la realidad. En tu poema he visto el barrio y olido ese aroma a yerbabuena.
mariarosa
El día se despereza igual en todas partes. Las rutinas y las circunstancias existenciales. Lo mejor es el olor a yerbabuena y al café.
Un abrazo
mj
UFFF UNAS HORAS DE SOL BAJO LA SOMBRA DE LA CEIBA DEL PARQUE.
UN ABRAZO
Dura existencia que hay que vivir, ni modo.
Besos.
Decoración retratada matinal con talento. Mis felicitaciones!
Has convertido la cotidianidad de la mañana en un exquisito bostezo de colores abigarrados, imágenes repletas de renglones escritos y de olores a hierbabuena.
Bellísimo, Carlos.
Un beso.
Hola Carlos, qué bonito lo que has escrito. Me encanta como cuentas el despertar de tu ciudad.
Un amanecer. Una ciudad que al desperezarse huele a hierbabuena y a café. Trasiego de personas al trabajo. Otros sin nada que hacer se dedican a jugar para matar al tiempo. Mejor que matemos nosotros al tiempo, a que nos mate él.
La vida en los distintos sitios del planeta parece que se repite.
Saludos y besos
El empiezo del día es como un pistoletazo de salida para mucha gente y los ruidos se adueñan del silencio.
Bonita descripción de ese despertar.
Un fuerte abrazo, amigo.
Qué lindo perderse en esas calles...
Saludos
Tudo de bom em 2013: sonhos, lutas e poesia...!
que escenario más bello y bucólico has pintado con tus versos CARLOS
sin duda los amaneceres traen toda esa esencia que revitaliza el alma
gracias por tus huellas
abrazos
romántico poeta aqui estoy te traje flores para que perfumen to lugar
y mientras te leo disfruto tus letras
Tantas mañanas como personas existen. Cada cuál con su vida y sus circunstancias pero, sin duda en la mayoría el café es el petardo de salida.
Un abrazo
Pilar
Un texto que me parece transita en los deslindes de la poesía y la prosa, una descripción poética, una visión interna que abraza un trozo de realidad con verdad y cariño. El título me encanta, le da un sentido profundo al texto... palabras que pintan con tinta y agua.
Mi abrazo!
Carlos, este texto me recuerda el amanecer de andalucía en los largos día del verano. Llena de lírica y evocación, me ha conmovido. Palpitan las esquinas de la ciudad con tu texto de buceo entre los barrios de cualquier ciudad.
Un abrazo.
Intenso texto.
Es precioso sentir a través de tus letras el despertar de tu ciudad, entre aromas a café y yerbabuena. Rincones donde la historia duerme escondida entre sus viejas casas…
UN cálido abrazo Carlos
Es precioso sentir a través de tus letras el despertar de tu ciudad, entre aromas a café y yerbabuena. Rincones donde la historia duerme escondida entre sus viejas casas…
UN cálido abrazo Carlos
Es precioso sentir a través de tus letras el despertar de tu ciudad, entre aromas a café y yerbabuena. Rincones donde la historia duerme escondida entre sus viejas casas…
UN cálido abrazo Carlos
Me encantan esos patios donde sentarse a degustar las mañanas, o la brisa de la tarde en dias de primavera.
Besos mediterráneos.
No hay mejor manera para despejarse de la ciudad.
Un beso
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