El cazador cazado
Cuando el hombre agazapado en el bosquecillo de bambúes, separó las ramas cautelosamente, con la punta del cañón de su rifle automático, para dar muerte a un tigre dientes de sable, una garra le aventó de las manos el arma y la otra le desgarró de tajo certero la cara, transformándosela, en instantes, en una horroroa máscara de tregedia griega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario