


 Carbón, que siempre ha estado atento a darme aliento en la tarea de escribir.
Carbón, que siempre ha estado atento a darme aliento en la tarea de escribir. Pasearse entre los personajes de La Angustia de las Almas en Pena de Carlos Augusto Pereyra Martínez, es hacer un viaje de descubrimientos y reconocimientos. Es descubrir la cara sensual de la muerte, sus delicadas, resbaladizas y peligrosas líneas de mujer, así como sus formas de masculinidad deshumanizada, de patria indolente, de estado cómplice. Es también reconocernos en el dolor, en la angustia de la madre que espera, de la esposa que pare hambre y aviva con sus entrañas y sin querer, el fuego de la guerra.
El viaje literario de Pereyra posee la atracción cortazariana de avasallar al desprevenido lector entre sus huecos de agua que no son más que un juego fantástico donde el tiempo es transmutado en espacio y el espacio en tiempo; el presente en un incierto futuro, inasible como tallos de espinas; el pasado en un cruce de caminos donde fácilmente se confunde aquel que apenas viene con aquel que apenas va.
La Angustia de las Almas en Pena es una cruel invitación a sostener con firmeza la fría mirada del espejo, pero también nos convoca a mirar hacia el sur de ese dolor llamado rostro y observar el odio plateado del asesino que se suspende y que arremete mientras la mueca se hace trizas.
Pereyra, luego de ofrecernos un cubrelecho de agujas cuando la noche se hace fría inquietante y oscura, recurre al brevaje de la ironía: trivializa lo sublime, idealiza lo ordinario. Y así nos seduce con su Malena que antes fue canto, ahora cuento; con su macho marinero que antes fue bravo, ahora manso y febril.
Si La Sombra de la Máscara reparaba los afanes del Sol, La Angustia de las Almas en Pena acrecentará con borrachera los aullidos de la noche.
 
 

 
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9 comentarios:
Saludos y parabienes, amigo
espero un ejemplar, original, claro está
Con gusto, maestro Troba. Me da su dirección, y veremos cómo hacérselo llegar, hermano.
ESte man del Pereyra lo conozco de hace tiempo como serenatero con Pachito, y escritor.Y, de casualidad entré a Internet, buscando sobre cafés y bares, y me encuentro con esta sorpresa del Pereyra lanzando un libro en este café Kussy-Huayra. Saludos
La impactante imagen de tu libro (el abandono del simple utensillo primario en la vida del hombre de significante amplio y libre);un título doloroso e himnotizante la introducción de Juan Caviedes,y tu estilo de escritura descarnado, ambivalente,y/o sensual Augusto,presagian una buena tarde de lectura bajo un árbol,liberando desde las páginas las "almas en pena" o al menos compartir su angustia..................
Todo ésto para decirte ..felicitaciooooooooooooooooooooooones encantico!!
y ahora informalmente te digo:qué buena onda se ve en las fotos!¡Muero por el saxo! ;-) besos , que disfrutes y vengan muchos más.
Gracias por tu comentario, Daniela.Le hace aportes interesantes a mi libro, y una semiótica de la portada. Un beso, encantico.
Quiero leerlo, bollito :) lo encontraré en España? me gustaría tenerlo, sería posible? me dirás cosas?
Besos y una dulce caricia, niño
Dianna: trataré de hacértelo llegar, con enorme placer.
felicidades, sus paginas dan cuenta de la angustia por la que atraviesan muchos colombianos. punto para el cafe
Espero que esa angustia llegue alguna vez a Dominicana.
Saludos,
EdE
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