martes, 16 de abril de 2019
Angustia
Foto intervenida de internet
Grieta abierta en la piedra
herida que sangra
Tu voz más lamento que quejido
va desvaneciéndose en un hueco que
adelgaza la garganta.
No hay horas, estancias,
ni lugares;
los relojes han parado sus manecillas,
escondiendo el sol,
la luna las estrellas;
no me ves no te veo,
sólo se intuye la presencia,
o se olisquea
con una ansiedad de perros acezantes.
Todo es un silencio que muerde el alma,
la carne no se siente,
es como pellizcar lo inasible
en este estar sin estar estando
Ay¡ de esta angustia sin origen
caballos de anteojeras,
corriendo sibilinos al abismo
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