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jueves, 2 de febrero de 2012

Amor de puta


















Cuando se lo contaron, pensó que moriría. Su hijo, enamorado de una de las putas del bar La herradura, lenocinio de mala muerte; eso si  muy bonita la condenada, y buen polvo doña Márgara, le confesaba el Pitufo, un moreno diente de oro, que se ganaba la vida pitando partidos de fútbol, y sacándoles la plata a las  guarichas, con el cuento de darles protección. Doña Márgara, no veía la hora, en que su hijo llegara a la casa, para acusarle las cuarenta, me va oir, que no van a quedarle ganas de volver con esa mujer. No lo dejó llegar a su cuarto, y entre el pasillo y la sala , se lo dijo con un acento erizado de ironía y reproche:
-Cómo se te ocurre enamorarte de una puta, hijo ?-
Y, él sin asomo de duda, seguro como un puente de hormigón:
-Si se le da amor a un perro, por qué no a una puta? Y, siguió de largo, dejándola con el rabo entre las piernas.


*A La Malquerida que en uno de sus posts, me dio pie para escribir este cuento.