*Foto intervenida
... esa
boca carnal
había estado
en mis sueños,
no importa
el tiempo,
ni el espacio
de los enfebrecidos
delirios.
Ahora,
sólo sé
que era tu boca
de húmedo
y salino beso,
de cuando madrugas al
alba,
y empieza a respirar el
día
la promesa de tu
cuerpo,
como una flor de erógenos
pétalos…